La crisis materna en EE.UU.: La alarmante disparidad racial en las muertes durante el parto
A pesar de la reducción de la mortalidad materna en general, las mujeres negras siguen enfrentando tasas de muerte alarmantemente altas en comparación con otros grupos étnicos.
Un problema de salud pública con raíces profundas
El sistema de salud materna en Estados Unidos enfrenta una crisis persistente: las mujeres negras mueren en tasas significativamente más altas durante el embarazo o el parto en comparación con las mujeres blancas. Según los últimos datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), en 2023 las mujeres negras experimentaron una tasa de mortalidad materna casi 3.5 veces mayor que la de las blancas. Este alarmante dato refleja una desigualdad estructural dentro del sistema de salud, donde el racismo sistémico y la falta de acceso equitativo a la atención médica siguen siendo barreras insuperables.
Tasas de mortalidad materna: un vistazo a los números
El informe del CDC publicado recientemente ofrece algunas cifras clave sobre la mortalidad materna en EE.UU. en 2023:
- La tasa de mortalidad materna para mujeres blancas se redujo de 19 por cada 100,000 nacimientos en 2022 a 14.5 en 2023.
- En contraste, la tasa para mujeres negras aumentó levemente de 49.5 a poco más de 50 por cada 100,000 nacimientos.
- Las mujeres hispanas experimentaron una reducción en la mortalidad materna, con una caída de 17 a 12.4 por cada 100,000 nacimientos.
- Para las mujeres asiáticas y de las islas del Pacífico, la tasa también disminuyó de aproximadamente 13 a 11 muertes por cada 100,000 nacimientos.
En total, 669 mujeres murieron en EE.UU. en 2023 debido a complicaciones del embarazo o el parto, una disminución respecto a los 1,205 casos registrados en 2021, cuando la pandemia de COVID-19 exacerbó la crisis.
Factores detrás de la alta mortalidad materna en mujeres negras
Los expertos han identificado múltiples factores que contribuyen a la elevada mortalidad materna entre las mujeres negras:
- Dificultades en el acceso a la atención médica: Las mujeres negras tienen menos acceso a seguros médicos adecuados y sufren barreras económicas y geográficas que limitan su atención prenatal.
- Racismo y sesgo en la atención de salud: Investigaciones han demostrado que muchas mujeres negras experimentan sesgos raciales en hospitales y clínicas, lo que puede llevar a una atención insuficiente o a la minimización de sus síntomas.
- Mayor incidencia de condiciones médicas preexistentes: Enfermedades crónicas como hipertensión y diabetes son más comunes entre mujeres negras, aumentando su riesgo de complicaciones durante el embarazo.
- Estrés y deterioro físico por discriminación: La exposición constante al racismo y la discriminación tiene un impacto directo en la salud de las mujeres negras, debilitando su capacidad de recuperación durante el parto.
¿Cómo ha influido la pandemia de COVID-19?
El COVID-19 impactó significativamente la mortalidad materna en los últimos años. A medida que la pandemia ha disminuido, los datos muestran que la mortalidad materna en general ha mejorado. Sin embargo, las desigualdades raciales no solo persisten, sino que se han ampliado. La flexibilización de restricciones y el regreso a “las actividades habituales” han permitido que vuelvan a manifestarse las disparidades sistémicas preexistentes.
Iniciativas para reducir la mortalidad materna
Existen diversas iniciativas en marcha para reducir la mortalidad materna, particularmente entre mujeres negras. Algunos avances incluyen:
- Extensión de Medicaid: La cobertura de Medicaid en EE.UU. se ha ampliado para incluir atención posparto de hasta 12 meses, lo que permite un mejor seguimiento de las madres tras el parto y mayor acceso a cuidados preventivos.
- Capacitación en equidad racial para médicos: Algunas organizaciones médicas están promoviendo programas de formación para reducir el sesgo racial en la atención médica.
- Mayor inversión en atención prenatal y posparto: Se han lanzado programas a nivel estatal y federal para mejorar el acceso a la atención médica antes, durante y después del parto.
- Apoyo a doulas y parteras en comunidades de color: Numerosos estudios han demostrado que la presencia de doulas y parteras culturalmente competentes puede reducir las tasas de complicaciones y mejorar los resultados de salud para madres negras.
¿Es suficiente?
Aunque los avances recientes son prometedores, los expertos insisten en que se necesita un compromiso más profundo y estructural para abordar esta crisis. Según la Dra. Amanda Williams, del March of Dimes, la única manera de cerrar la brecha racial en la mortalidad materna es transformar profundamente la atención médica en EE.UU. y eliminar las barreras impuestas por el racismo sistémico.
El hecho de que en pleno siglo XXI una mujer negra en EE.UU. tenga muchas más probabilidades de morir durante el parto que una mujer blanca es una tragedia inaceptable. La sociedad, los legisladores y el sistema de salud deben actuar con urgencia para garantizar que todas las mujeres tengan acceso a una atención materna segura y equitativa.