La crisis del seguro de vivienda en California: ¿quién paga por los riesgos del cambio climático?
Los incendios forestales exponen una alarmante desigualdad en la recuperación: seguros privados frente al plan FAIR estatal.
El caso de Louise Hamlin y Chris Wilson: una historia de desigualdad
Los incendios Eaton y Palisades arrasaron una comunidad en Altadena, California, dejando a sus residentes en un dilema de recuperación sumamente desigual. Louise Hamlin y Chris Wilson eran vecinos en casas prácticamente idénticas, pero sus destinos tras la catástrofe han tomado caminos muy diferentes debido a la disparidad en la cobertura de sus seguros.
Mientras Hamlin tenía un seguro privado con Mercury Insurance que le permitió acceder a un millón de dólares para la reconstrucción de su hogar, Wilson fue forzado al plan estatal FAIR (Fair Access to Insurance Requirements Plan) que le proporcionará solo una fracción del dinero necesario para volver a levantar su propiedad. Ahora, él enfrenta la posibilidad de endeudarse, emprender una demanda o incluso abandonar el estado.
¿Qué es el Plan FAIR y por qué tantas personas dependen de él?
El Plan FAIR fue creado como una alternativa de último recurso para propietarios que no pueden obtener un seguro privado. Sin embargo, en los últimos años las aseguradoras han restringido su cobertura en áreas de alto riesgo, lo que ha llevado a un aumento en la cantidad de pólizas FAIR emitidas.
Entre 2020 y 2024, el número de pólizas residenciales FAIR en California más que se duplicó, alcanzando aproximadamente 452,000. Esta expansión se debe al retiro parcial de aseguradoras privadas ante el riesgo creciente de incendios forestales, vinculado al cambio climático.
Seguros desiguales: más caro y con menos cobertura
Uno de los problemas principales del Plan FAIR es que, paradójicamente, suele ser más caro que los seguros privados sin ofrecer la misma cobertura. Wilson pagó casi un 60% más en primas relacionadas con incendios que Hamlin, pero recibirá menos de la mitad del dinero necesario para reconstruir su casa.
Además, el plan FAIR ofrece solo cobertura básica, por lo que muchos propietarios deben complementar con seguros secundarios, llamados “wrap-around insurance”, para cubrir otros daños como tuberías rotas o caída de objetos. Esto eleva drásticamente los costos sin ofrecer una protección total.
El impacto del cambio climático en la industria del seguro
California ha sido testigo de una creciente crisis de seguros ante fenómenos climáticos extremos. Siete de las 12 principales aseguradoras redujeron o restringieron nuevas pólizas en el estado en 2023. La razón es simple: el costo de asegurar propiedades en zonas de alto riesgo es cada vez más insostenible desde el punto de vista financiero.
El gobierno estatal ha implementado nuevas regulaciones para dar más flexibilidad a las empresas aseguradoras a la hora de fijar sus tarifas. Ahora, pueden tomar en cuenta factores como el cambio climático y trasladar parte del costo del reaseguro a los usuarios.
El dilema: ¿quién paga la factura final?
El profesor Stephen Collier, de la Universidad de California, Berkeley, advierte que, sin un esfuerzo sustancial para mitigar los riesgos de incendios en todo el estado, los costos terminarán siendo asumidos por los propietarios, ya sea a través de primas más altas o en pérdidas directas.
El excomisionado de seguros de California, Dave Jones, va más allá y alerta sobre una realidad inquietante: “Nos estamos acercando a un futuro en el que tener un seguro de hogar será un lujo inaccesible”. Y esto no es solo un problema de California. Florida, por ejemplo, ha aplicado ajustes a favor de las aseguradoras que no han tenido el éxito esperado en términos de estabilidad de costos.
El costo humano de una crisis del seguro
Para familias como la de Wilson, que espera un hijo y no tiene los medios financieros para reconstruir su casa sin ayuda suficiente del seguro, la situación es angustiante. Su futuro en California es incierto, y la idea de mudarse a otro estado más accesible en términos de seguros parece cada vez más atractiva.
“No quiero vivir con el miedo constante de perder todo de nuevo y seguir pagando por un seguro que no me protege realmente”, dice Wilson. Como él, muchos otros dueños de viviendas en California enfrentan decisiones difíciles que impactarán no solo sus finanzas, sino también su calidad de vida y estabilidad familiar.
La pregunta que queda en el aire es: ¿seguirá California permitiendo que su mercado de seguros siga siendo tan desigual o finalmente abordará el problema de raíz con soluciones estructurales?