Ley de Nueva York protege la identidad de médicos que recetan píldoras abortivas

Un nuevo capítulo en la batalla legal por los derechos reproductivos tras la anulación de Roe vs. Wade.

El estado de Nueva York ha dado un paso significativo en la protección de los derechos reproductivos al aprobar una ley que resguarda la identidad de los médicos que recetan medicamentos abortivos. La gobernadora Kathy Hochul firmó esta legislación el pasado lunes, en respuesta a un caso legal controvertido que ha capturado la atención del país.

Un caso que marca un precedente

La aprobación de esta medida sucede pocos días después de que la doctora Margaret Carpenter, radicada en Nueva York, fue acusada por un gran jurado en el estado de Luisiana. Carpenter enfrenta cargos por presuntamente haber enviado medicamentos abortivos a una menor embarazada en dicho estado, que posee una de las leyes antiaborto más restrictivas de Estados Unidos.

La doctora estaba identificada en las etiquetas de los medicamentos, lo que permitió a las autoridades de Luisiana rastrear su participación. Este caso es considerado el primero en que un médico enfrenta cargos criminales por recetar medicamentos abortivos a través de fronteras estatales desde la anulación de Roe vs. Wade por parte del Tribunal Supremo en 2022.

¿En qué consiste la nueva ley?

Bajo la nueva ley, que entró en vigor de inmediato, los médicos pueden solicitar que sus nombres sean omitidos de las etiquetas de los frascos de medicamentos abortivos. En su lugar, se podrá listar el nombre de la práctica médica o la institución de salud correspondiente. Este cambio busca evitar casos como el de Carpenter y, al mismo tiempo, garantizar la seguridad de los profesionales médicos que operan en estados donde los derechos reproductivos están protegidos.

“Después de hoy, eso ya no sucederá”, aseguró la gobernadora Hochul durante la firma de la ley, refiriéndose a la posibilidad de rastrear a los médicos por sus nombres en las etiquetas.

El contexto nacional

Desde la anulación de Roe vs. Wade en 2022, el panorama legal en Estados Unidos alrededor del aborto se ha vuelto una maraña de regulaciones estatales, muchas veces contradictorias. Estados como Luisiana han impuesto prohibiciones totales al aborto, con penas severas que incluyen hasta 15 años de prisión y multas de hasta $200,000 para los médicos que realicen abortos, ya sea mediante procedimientos quirúrgicos o medicamentos.

Por otro lado, estados como Nueva York han tratado de fortalecer las protecciones locales en un intento por contrarrestar las restricciones en otros lugares del país. Este conflicto no solo afecta a quienes buscan servicios de aborto, sino también a los médicos que enfrentan riesgos legales al tratar de ayudar a pacientes de estados restrictivos.

La creciente popularidad de los medicamentos abortivos

Los medicamentos abortivos, como la mifepristona y el misoprostol, se han convertido en el método más común para realizar abortos en los Estados Unidos. Según datos de Guttmacher Institute, alrededor del 54% de los abortos en el país se realizan mediante píldoras, una cifra que ha crecido consistentemente en los últimos años.

Este método no solo es menos invasivo que los procedimientos quirúrgicos, sino que también permite a las personas acceder a abortos seguros desde la privacidad de sus hogares, lo que ha incrementado su uso en estados donde las clínicas de aborto son escasas o inexistentes.

Politización y litigios

El auge del uso de medicamentos abortivos ha encendido una batalla política y legal en todo el país. Los estados con leyes restrictivas intentan penalizar tanto a las personas que buscan el aborto como a quienes facilitan el acceso a las píldoras, mientras que los estados progresistas buscan blindar a los pacientes y a los médicos de estas consecuencias legales.

Un caso notable fue en Texas, donde Carpenter ya había enfrentado una demanda por alegaciones similares, aunque en esa instancia no se presentaron cargos criminales. Este tipo de enfrentamientos legales ilustra las discrepancias y tensiones entre las leyes federales, estatales y derechos individuales.

El próximo paso en Nueva York

Hochul ha prometido seguir tomando medidas para proteger a los médicos y pacientes dentro del estado. La gobernadora planea impulsar una legislación adicional que obligaría a los farmacéuticos a cumplir con las solicitudes de los médicos de omitir sus nombres en las etiquetas de las recetas.

“Es nuestro deber asegurarnos de que las personas no estén perseguidas simplemente por ejercer el derecho a la atención médica segura y legal”, afirmó. Esta postura subraya la intención de Nueva York de establecerse como un bastión de derechos reproductivos en un panorama nacional cada vez más restringido.

Un mensaje de resistencia

La aprobación de esta ley en Nueva York no solo aborda preocupaciones inmediatas sobre la privacidad y la seguridad de los médicos, sino que envía un fuerte mensaje a nivel nacional sobre la importancia de proteger los derechos reproductivos. En palabras de Hochul, “No permitiremos que algún estado intente imponer sus rígidas leyes en nuestra comunidad, ni intimidar a nuestros médicos”.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press