La Protesta Silenciosa en Georgia: El Caso de Mzia Amaghlobeli y la Lucha por los Derechos Humanos
La detención de una periodista y su huelga de hambre desafían un gobierno que enfrenta acusaciones de represión y abuso de poder.
La Voz Silenciada de Mzia Amaghlobeli
En un pequeño pueblo cerca de Tiflis, la periodista Mzia Amaghlobeli lucha silenciosamente por su libertad y dignidad. Después de tres semanas en huelga de hambre, su estado de salud se deteriora cada vez más, y surge una creciente preocupación entre los defensores de los derechos humanos y su familia. A sus 49 años, Amaghlobeli, fundadora de influyentes medios independientes en Georgia, se ha convertido en un símbolo de resistencia frente al autoritarismo del gobierno.
Una Detención Controvertida
Mzia Amaghlobeli fue detenida en enero durante una protesta antigubernamental en Batumi, una ciudad costera de Georgia. Las manifestaciones marcaron el descontento de una parte significativa de la población tras las elecciones parlamentarias ganadas por el partido Sueño Georgiano, en medio de acusaciones de fraude electoral. Las protestas continuaron a lo largo del país, alimentadas por una percepción de que Georgia, un aspirante a miembro de la Unión Europea, está siendo absorbido nuevamente por la esfera de influencia de Rusia.
La acusación contra Amaghlobeli es grave: supuestamente agredió a un oficial de policía, cargo que conlleva una posible condena de hasta siete años de prisión. Sin embargo, según testigos y su abogado, su acción fue una respuesta a un previo abuso verbal y físico por parte de la policía.
Una Campaña de Represión
El caso de Amaghlobeli no es un aislamiento. Según Alice Jill Edwards, relatora especial de la ONU en temas de tortura, las autoridades georgianas parecen estar llevando a cabo una campaña agresiva para frenar las manifestaciones, muchas de las cuales han sido pacíficas. La detención de más de 40 personas en Batumi marca solo el inicio de una serie de medidas destinadas a sofocar la disidencia, incluidas leyes inspiradas en Rusia que restringen las libertades civiles y los derechos LGBTQ+.
¿Rumbo a un Régimen Autoritario?
El primer ministro Irakli Kobakhidze defendió lasacciones de su gobierno diciendo que los protestantes pretenden desestabilizar al país y orquestar una «revolución al estilo de Ucrania». Sin embargo, las medidas adoptadas por el gobierno, como las leyes que limitan los derechos civiles, han sido condenadas tanto a nivel nacional como internacional, incluso por la Unión Europea.
Abusos bajo Custodia
Testimonios de detenidos han revelado patrones de abuso físico y verbal por parte de las autoridades. En el caso de Amaghlobeli, su abogado alegó que no solo fue atacada durante su arresto, sino también humillada bajo custodia. “El jefe de policía en Batumi le escupió en la cara y le negó agua potable y acceso al baño”, declaró su representante legal, Juba Sikharulidze.
Voces Internacionales y Nuevas Tensiones
Organizaciones como Transparencia Internacional Georgia acusan al gobierno de seguir un «manual ruso-bielorruso» para reprimir a los activistas civiles y los opositores políticos. Estas denuncias se suman a la creciente presión internacional para que el gobierno de Georgia respete los derechos humanos y permita protestas pacíficas.
Por otro lado, la detención del actor Andro Chichinadze, quien enfrenta hasta nueve años de prisión por supuestos actos de violencia durante una manifestación, ilustra cómo figuras prominentes también están siendo activamente perseguidas. En un discurso en la corte, Chichinadze describió su experiencia con una cita kafkiana: «Es como si estuviera en un juicio sin entender lo que está pasando».
El Futuro de las Protestas
Con nuevas leyes propuestas que incrementan las penas por desobediencia civil, el panorama para los manifestantes y figuras opositoras en Georgia se complica aún más. No obstante, las detenciones masivas y las tácticas de intimidación no han quebrantado del todo el espíritu de quienes claman por un cambio.
¿Un Camino hacia Europa o un Retorno a Rusia?
Tal como lo expresó Lika Guntsadze, madre del actor detenido, «Elegimos Europa y nos llevaron de regreso a Rusia». Este lamento encapsula el sentir de gran parte de la población georgiana que teme estar perdiendo los avances democráticos logrados en las últimas décadas.
La lucha por la democracia y los derechos humanos en Georgia está lejos de resolverse. Mientras Amaghlobeli continúa su huelga de hambre en defensa de su libertad y la de sus pares, su caso se ha convertido en un recordatorio de los riesgos que enfrentan los periodistas y activistas en países donde las libertades fundamentales están en retroceso.