COP30 en Belém: Una mirada crítica al evento climático en el corazón del Amazonas

El aumento exorbitante de precios en alojamientos y los desafíos logísticos generan preocupación en torno a la próxima cumbre climática en Brasil.

El Amazonas como escenario global

El próximo noviembre, la ciudad de Belém, a las puertas de la selva amazónica, se convertirá en el epicentro de la conversación global sobre el cambio climático al acoger la COP30. Este evento emblemático, que reunirá a líderes mundiales, activistas, científicos y organizaciones ambientales, representa una oportunidad histórica para dar protagonismo al pulmón del planeta en la lucha contra la crisis climática. Sin embargo, el entusiasmo por el encuentro ha quedado opacado por problemas logísticos y financieros que amenazan con empañar la celebración. Desde un alza desmesurada en los precios de los alojamientos hasta cuestionamientos sobre la capacidad de Belém para organizar un evento de esta magnitud, la COP30 ya está levantando polémicas.

El escándalo de los precios de alojamiento

Con una infraestructura limitada y una alta demanda de alojamiento, los precios en Belém han alcanzado niveles estratosféricos. Según reportes, un apartamento que actualmente se alquila por $158 al día podría costar más de $15,000 durante la conferencia. En el caso de una habitación básica con baño compartido en un área empobrecida cerca de Belém, el precio ha escalado de $11 diarios a más de $9,000 por noche. En plataformas como Airbnb y Booking.com, las opciones de hospedaje van desde viviendas modestas hasta propiedades deterioradas con tarifas que en cualquier otra parte del mundo serían inconcebibles. Esto ha desencadenado críticas en redes sociales, donde figuras locales como Renato Balaguer las han satirizado como "secuestro a gringos".

Impacto en los asistentes tradicionales

Uno de los grupos más afectados por el aumento de costos son las organizaciones sin fines de lucro, activistas y científicos, que históricamente han participado en las COPS. Roberta Alves, directora adjunta de comunicaciones en Mercy Corps, destacó que los altos costos están creando "barreras para la inclusión" en un foro que históricamente ha buscado dar voz a las comunidades más vulnerables ante el cambio climático. Este dilema amenaza con dejar fuera a muchos representantes de aquellos países en desarrollo que son los más afectados por la crisis climática. Ante la escalada de precios en alojamientos pre-reservados y las cancelaciones de reservas, varias organizaciones han reconsiderado su participación.

El gobierno responde

En un intento por mitigar la situación, el gobierno brasileño ha anunciado la creación de 26,000 camas adicionales, que incluirán alojamiento en barcos atracados, instalaciones militares, escuelas públicas y nuevos hoteles. También se planea ofrecer a los participantes una plataforma en línea para gestionar su alojamiento. Valter Correia, secretario especial para el evento, calificó el fenómeno como "especulación inmobiliaria" y expresó confianza en que los precios se estabilizarán a medida que aumente la oferta de hospedajes.

Un evento bajo la sombra de la incredulidad

A pesar de los avances en infraestructura, muchos cuestionan si Belém está preparada para recibir a unas 50,000 personas que se espera asistan al evento. Con una mediana de ingresos mensuales de $920 en la población local y una tasa de desempleo elevada, la ciudad enfrenta desafíos que otras sedes de la COP no han tenido, incluyendo el continuo problema de la gentrificación y la especulación descontrolada. Además, las polémicas sobre el acceso inclusivo y los altos costos amenazan con desviar la atención del verdadero objetivo de la COP30: fomentar compromisos globales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y promover justicia climática.

Perspectivas locales

El clamor por justicia ambiental desde la región no es nuevo. Priscilla Santos, cofundadora de Amazonians for Climate Network, defendió a Belém en un artículo para Valor Económico y criticó las evaluaciones "colonialistas" que descartan los méritos de llevar el debate al corazón del Amazonas. "¿Todos quieren ‘salvar la Amazonía’, pero nadie quiere discutir en su territorio?", resaltó. Aunque la ciudad enfrenta retos significativos, hay quienes creen que acoger un evento de esta magnitud podría ser un punto de inflexión, aumentando la visibilidad de la región y asegurando compromisos internacionales para salvaguardar el Amazonas.

Especulación inmobiliaria y reputación

Incluso entre los propietarios locales, no todos apoyan el alza agresiva de precios. En un video viral, el gestor de propiedades Carlos Netto criticó estas prácticas, señalando que "ningún alquiler de 20 días debería ser más caro que la propiedad en sí". Sin embargo, otros defienden sus tarifas alegando costos elevados de servicios como agua y electricidad, lo que pone en evidencia la tensión entre la oportunidad económica que presenta la COP y las necesidades de inclusión de los asistentes.

El legado por construir

Más allá de las controversias, la COP30 en Belém representa una oportunidad única para reposicionar el rol fundamental del Amazonas en la agenda climática global. La cumbre no solo planteará metas más ambiciosas para reducir emisiones, sino que también destacará la importancia de proteger un ecosistema vital para el equilibrio climático mundial. La clave estará en cómo los organizadores y las autoridades locales enfrenten los retos logísticos y aseguren que el evento sea tan inclusivo como influyente. Mientras tanto, el mundo observará con atención si Belém puede superar estos obstáculos para brindar una COP histórica en el corazón del pulmón del planeta.
Este artículo fue redactado con información de Associated Press