El legado amenazado de los stockyards de Oklahoma City: ¿Tradición o urbanización?
El histórico Oklahoma National Stockyards está en venta, enfrentando el reto de mantenerse operativo en una ciudad en expansión.
Una reliquia viviente de la historia del oeste
En el corazón de Oklahoma City, junto a modernos hoteles y restaurantes de moda, se encuentra el Oklahoma National Stockyards, uno de los últimos bastiones de la ganadería urbana en Estados Unidos. Fundado en 1910, este mercado de ganado ha sido testigo de más de 100 años de historia, pero ahora está en peligro: su futuro depende de quién sea el próximo comprador.
El terreno de 100 acres a orillas del río Oklahoma tiene un precio de venta de 27 millones de dólares, una cifra que pone de manifiesto el interés por su potencial para ser desarrollado en un centro urbano en crecimiento, donde incluso se planea construir la arena más avanzada de la NBA y tal vez el rascacielos más alto del país.
El declive del mercado ganadero urbano
La cantidad de ganado que pasa por el Oklahoma National Stockyards ha disminuido un 20% en los últimos dos años, según Jerry Reynolds, presidente del mercado. Esto refleja una tendencia general en la industria, afectada por sequías, costos de producción más altos y la menor cantidad de ganado en Estados Unidos desde la década de 1950.
En su apogeo, los mercados ganaderos urbanos como este eran puntos clave para la industria cárnica. Ciudades como Chicago, Kansas City y Omaha albergaban mercados similares, donde el ganado era vendido, sacrificado y procesado. Pero la modernización, la refrigeración y el alto valor del suelo urbano llevaron a su traslado a áreas rurales.
El impacto en la comunidad local
Para la familia que ha administrado los stockyards durante más de un siglo, la venta es un dilema emocional y práctico. Como afirmó Chris Bakwin, presidente de la junta directiva y accionista principal, el futuro «debe priorizar lo mejor para los accionistas», aunque esto signifique un posible fin para el mercado tal y como se conoce.
Además, los lugareños y comerciantes del distrito temen un cambio drástico. Catherine Baker, propietaria de una tienda de indumentaria ubicada cerca de los corrales, dice: «Si esto se transforma en otro desarrollo urbano, perderemos una parte importante de nuestra identidad cultural».
El turismo y la tradición mantenidos de la mano
La zona no es solo un mercado ganadero, sino también un centro de atracción turística. Los visitantes disfrutan de su atmósfera auténtica en negocios como Shorty’s Hattery o los tradicionales asadores que atraen a turistas buscando una experiencia de Americana en pleno corazón de Estados Unidos.
Para Jason Baker, dueño de una firma comisionista que opera dentro de los stockyards, la transformación del terreno en un espacio no relacionado con el ganado sería devastadora: «Es nuestro sustento, lo que da de comer a nuestras familias».
¿Qué deparará el futuro?
El debate sobre el destino de este mercado es un microcosmos de la tensión entre tradición y modernidad, un conflicto que afecta ciudades en todo el mundo. El alcalde de Oklahoma City, David Holt, cree que el stockyard podría coexistir con el crecimiento de la ciudad, pero no es ingenuo sobre el atractivo de este valioso terreno para quienes buscan desarrollos más rentables.
Por ahora, la historia está en pausa, y la venta del Oklahoma National Stockyards abrirá un nuevo capítulo, ya sea conservando su legado ganadero o cediendo a las exigencias de la urbanización moderna.