Tennessee adopta uno de los programas de vouchers educativos más amplios en EE.UU.
La controvertida ley expande el acceso a fondos públicos para escuelas privadas, desatando debates sobre equidad y financiación de la educación pública.
El estado de Tennessee se prepara para ser la sede de uno de los programas más amplios de vouchers educativos en los Estados Unidos, tras la aprobación por parte de la legislatura estatal de un proyecto respaldado por el gobernador republicano Bill Lee. Este programa permitirá que miles de familias utilicen fondos públicos en escuelas privadas, independientemente de su nivel de ingresos. Con una asignación inicial de 20,000 vouchers de aproximadamente $7,000 cada uno, la medida ha desatado un intenso debate acerca de los beneficios y las repercusiones económicas para el sistema de educación pública del estado.
¿Qué implica el nuevo programa de vouchers?
El programa, que se implementará el próximo año, destinará la mitad de los 20,000 vouchers a estudiantes de bajos ingresos, con discapacidades o que cumplan ciertos criterios establecidos para calificar. Los 10,000 restantes estarán disponibles para cualquier estudiante elegible para asistir a escuelas públicas. Con un objetivo declarado de brindar “opciones educativas” a los padres, esta medida pretende canalizar fondos públicos hacia alternativas privadas y en última instancia promover la diversidad de opciones para las familias.
El gobernador Lee ha llamado a la medida “el tema de derechos civiles de nuestra era” y ha enfatizado su importancia como una prioridad legislativa. Los defensores argumentan que esto empodera a los padres al proporcionarles más herramientas para elegir lo que consideran la mejor educación para sus hijos.
Críticas en torno al plan
Sin embargo, los detractores, encabezados principalmente por legisladores demócratas y defensores de la educación pública, han cuestionado el enfoque del programa. Según un análisis de la propia legislatura, aproximadamente dos tercios de los beneficiarios de los vouchers serían estudiantes que ya asisten a escuelas privadas. Esto lleva a críticos como el representante demócrata John Ray Clemmons a calificar el programa como “asistencia para los ricos”.
Adicionalmente, se ha señalado que los costos no planeados en otros estados con programas similares han creado presiones significativas en los presupuestos educativos. A largo plazo, se proyecta que el programa costará $190.8 millones anuales, lo que para algunos representa un aumento desmedido a costa del apoyo financiero necesario para las escuelas públicas. Tennessee ya ocupa los últimos lugares entre los estados en términos de financiación por estudiante.
El rol de la administración Trump en la aprobación
El programa también obtuvo impulso gracias al interés del expresidente Donald Trump, quien utilizó redes sociales para expresar su apoyo, animando a los legisladores republicanos de Tennessee a aprobar el proyecto. Además, la administración de Trump durante su mandato implementó políticas federales que priorizaban programas de elección escolar, mostrando su compromiso con iniciativas similares en todo el país.
Impactos en el sistema educativo público
La implementación del programa requerirá un presupuesto inicial de más de $400 millones que incluye otras iniciativas educativas, como bonos únicos de $2,000 para maestros. Sin embargo, estos bonos solo se otorgarán en distritos donde las juntas escolares locales aprueben formalmente su inclusión, lo que ha complicado aún más la aceptación del proyecto en áreas donde existe oposición a los vouchers.
Además, múltiples juntas escolares locales en Tennessee aprobaron resoluciones en contra del programa, argumentando que este socava la financiación pública y desvía recursos críticos de las escuelas públicas hacia instituciones privadas, que en muchos casos no están obligadas a aceptar estudiantes con discapacidades u otras necesidades específicas.
Protestas y voces opuestas
A lo largo de la semana crítica de deliberaciones, las protestas se hicieron sentir dentro y fuera del Capitolio estatal. Grupos de maestros, estudiantes y defensores de la educación pública marcharon y entregaron billetes falsos denominados como “Estafa de Vouchers” para simbolizar su oposición. Sus argumentos principales giraron en torno a dos puntos: la discriminación por parte de algunas escuelas privadas hacia estudiantes con discapacidades y la erosión de los recursos en el sistema de educación pública.
Perspectiva nacional en la expansión de programas de elección escolar
Tennessee no está solo en este debate. Otros estados han experimentado un aumento en la promoción de programas de elección escolar en los últimos años, a menudo impulsados por la insatisfacción que surgió durante la pandemia del COVID-19 cuando las escuelas públicas se retrasaron en reabrir sus aulas. Sin embargo, los votantes han rechazado consistentemente iniciativas similares en estados como Kentucky y Colorado, donde medidas para expandir la elección escolar no lograron obtener apoyo suficiente.
En contraste, estados liderados por republicanos han aprovechado sus mayorías legislativas para impulsar iniciativas como la de Tennessee, argumentando que amplían los derechos de los padres y garantizan una educación de calidad para sus hijos. Aun así, los críticos sostienen firmemente que estos programas perpetúan desigualdades y exacerban la división entre quienes pueden permitirse costos adicionales en la educación privada y quienes no.