La Difícil Transición de los Rehenes Liberados en Medio del Conflicto Israel-Hamas

Historias de supervivencia, desafíos médicos y psicológicos, y un nuevo comienzo para quienes regresan tras la cautividad.

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El Regreso a la Libertad: Más que un Abrazo

Cuando Ilana Gritzewsky regresó a Israel después de haber sido retenida cautiva en Gaza durante 55 días en noviembre de 2023, no podía dormir. "No entiendes que realmente se ha terminado", recuerda. Su regreso estuvo marcado por una mezcla de alegría y confusión, una experiencia que muchos exrehenes han descrito como un proceso de reintegración emocional y física complejo.

Gritzewsky, originaria de México, fue secuestrada junto con su novio durante el ataque inicial de Hamás a Kibbutz Nir Oz el 7 de octubre de 2023. Durante el ataque, aproximadamente 1,200 personas fueron asesinadas y 250 secuestradas, desatando una guerra devastadora en Gaza. Aunque fue liberada tras 55 días gracias a un acuerdo previo de alto el fuego, los traumas físicos y emocionales siguen acompañándola: fracturas, pérdida de peso severa y posttraumas psicológicos son solo algunos de los desafíos.

El Proceso Médico: Curando Cuerpo y Alma

Los rehenes liberados, al llegar a Israel, son ingresados en hospitales especializados para evaluaciones médicas exhaustivas. El Dr. Ami Banov, un médico militar, confirmó que todos los rehenes liberados presentaban signos de “leve inanición” y deficiencias vitamínicas. Las condiciones físicas varían, desde lesiones por metralla hasta problemas graves de piel y visión por estar en túneles privados de luz solar durante meses.

Un equipo multidisciplinario compuesto por médicos, psicólogos y expertos en trauma acompaña a los exrehenes durante cada paso de su recuperación. Ofrit Shapira, una psicoanalista que lidera estas iniciativas, explica que devolverles a los rehenes el control sobre su autonomía es esencial: "Se les privó de todo aquello que los define como humanos, especialmente la privacidad y la autonomía".

Relatos de Supervivientes: Una Mirada al Trauma

Adina Moshe, liberada tras 49 días en cautividad, escribió en un sitio israelí que muchos rehenes regresan sabiendo poco sobre el destino de sus hogares o seres queridos. Algunos enfrentan medios de comunicación intrusivos, reactivando sus traumas. “En sus almas, continuarán en los túneles durante mucho tiempo”, reflexiona Moshe. Este tipo de traumas profundos requerirán años de tratamiento y apoyo.

Para Gritzewsky, el proceso de liberación también fue un viaje emocional. En múltiples ocasiones le dijeron que sería liberada, solo para ser trasladada a otra ubicación, sumiendo su mente en un ciclo de esperanza y desesperación. "Pensaba que esta sería mi vida para siempre", señala.

El Contexto del Intercambio de Prisioneros

La tregua actual entre Israel y Hamás contempla la liberación paulatina de rehenes. Hasta ahora, 15 personas han sido liberadas, mientras que se espera la liberación de pequeños grupos adicionales cada semana en las próximas fases del acuerdo. Aproximadamente 80 rehenes aún permanecen en Gaza, una parte significativa de los cuales se presume que están muertos.

Los intercambios se realizan en medio de devastadores costos humanos. En Gaza, más de 47,000 palestinos han muerto, y vastas áreas del territorio han sido reducidas a escombros. Este contexto subraya la magnitud del sufrimiento en todas las partes afectadas.

Reparando las Heridas del Alma

Para las familias, la liberación de sus seres queridos viene acompañada de un alivio inmenso, pero también de nuevos desafíos. Avichai Brodutch, cuyo esposo e hijos fueron secuestrados, describe el momento de su reunión como un renacimiento. Sin embargo, el impacto psicológico persiste, especialmente para su esposa, quien se vio obligada a cuidar de tres niños pequeños durante su tiempo en cautividad.

Estas almas regresan con historias que tardarán una vida en procesarse. "Va a tomar mucho tiempo reparar las heridas del alma", admite Brodutch.

Un Retrato de Resiliencia

Las historias de estos sobrevivientes no solo son testimonio de resiliencia humana, sino también un recordatorio de los estragos que los conflictos dejan en aquellos que quedan atrapados. Los esfuerzos de sus comunidades, médicos, psicólogos y sus propias familias son cruciales para reconstruir vidas rotas.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press