El Abandono de Barcos y sus Tripulaciones: Una Crisis Invisible en el Mundo del Transporte Marítimo
Miles de trabajadores quedan atrapados sin salario ni recursos mientras los dueños de barcos desaparecen.
Un problema global en aumento
En los últimos años, el abandono de barcos y sus tripulaciones ha alcanzado cifras récord. Según datos de las organizaciones laborales y marítimas de la ONU, más de 230 barcos han sido abandonados en 2024, afectando a más de 3,000 marineros. Esto representa un alarmante aumento en comparación con los años anteriores.
El abandono ocurre cuando los propietarios de barcos dejan de pagar salarios durante dos meses o más, no proveen suministros básicos o simplemente cortan toda comunicación con la tripulación, dejándolos atrapados y a menudo en pésimas condiciones de vida.
Vidas condenadas en barcos oxidados
Las tripulaciones a bordo de barcos abandonados enfrentan una interminable lista de problemas: falta de alimentos, agua potable y productos básicos. En los peores casos, deben vivir sin electricidad en barcos deteriorados. Helen Meldrum, inspectora de la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF), describe esta situación como algo que “va mucho más allá de la explotación.”
Un caso emblemático es el del barco Sister 12, operado por la cuestionada compañía Friends Shipping. La compañía, conocida por un historial de abandono, mantiene a sus trabajadores en condiciones similares al encarcelamiento. Según Abdul Razzaq Abdul Khaliq, un marinero sirio a bordo del Sister 12, “no hay comida, no hay agua, no hay vida”. Las imágenes del interior del barco revelan grifos que arrojan agua marrón turbia, un comedor con frutas podridas y cubiertas corroídas por el óxido.
Dónde ocurre más frecuentemente
Países como Emiratos Árabes Unidos, Turquía, Egipto y Arabia Saudita lideran las estadísticas de barcos abandonados. Esto se debe, en parte, a su posición estratégica en rutas comerciales globales y a la debilidad de las regulaciones locales. Además, muchos barcos afectados son de empresas pequeñas que operan en rutas comerciales menos lucrativas e intentan reducir costes operativos de manera extrema.
Marcos legales débiles
A pesar de tratados internacionales como el Convenio sobre el Trabajo Marítimo, firmado por más de 90 países, las lagunas jurídicas abundan. Los barcos suelen estar registrados bajo compañías fantasmas y banderas de conveniencia de países como Panamá, Palau y Tanzania. Estas banderas permiten a los propietarios evadir responsabilidades legales, incluso en situaciones de crisis humanitaria.
Los registros de banderas son responsables de garantizar alimentos, atención médica y repatriación de las tripulaciones abandonadas. En teoría, también deberían exigir seguros que cubran salarios impagos si las empresas colapsan económicamente. Sin embargo, en la práctica, esas intervenciones son raras y los marineros quedan atrapados en un limbo legal.
Razones detrás del aumento
El creciente número de casos podría deberse, en parte, a una mayor disposición de los marineros para denunciar abusos. Sin embargo, la pandemia global y la inflación han exacerbado la crisis. Muchos propietarios simplemente dejan de pagar cuando sus costes operativos aumentan o cuando la carga financiera se vuelve insostenible.
Acciones en curso
Organizaciones como la ITF están luchando activamente para que las tripulaciones reciban sus pagos atrasados. Según la ITF, lograron recuperar más de $10 millones en salarios impagos en 2023. Sin embargo, todavía tienen pendientes otros $10 millones que se les adeudan a marineros abandonados en todo el mundo.
Helen Meldrum ha llamado recientemente a las autoridades locales para que intervengan en casos particularmente graves. Entre ellos está el Sister 12, donde los salarios no han sido pagados en más de un año. La compañía operadora, Friends Shipping, tiene un amplio historial de problemas similares en 19 de sus 22 barcos registrados.
Soluciones posibles
- Mayor regulación: Naciones Unidas y otros organismos deberían exigir controles más estrictos para las banderas de conveniencia.
- Fiscalización internacional: Crear un sistema centralizado para monitorear casos de abandono y asegurar el cumplimiento de las normativas.
- Fondos de emergencia: Establecer fondos internacionales para garantizar alimentos y repatriación inmediata de tripulantes en casos de abandono.
El abandono de barcos no es solo un problema para los trabajadores involucrados, sino un reflejo del lado oscuro de una industria global que influye directamente en economías y cadenas de suministro mundiales.