Dog Man: ¿Qué pasó con la esencia irreverente de los libros?
La adaptación cinematográfica pierde un poco de la magia original en un intento por conquistar corazones en la gran pantalla.
El salto de las novelas gráficas al cine
Las novelas gráficas de Dog Man, creadas por Dav Pilkey, han sido un fenómeno entre jóvenes y adultos gracias a su humor excéntrico, irreverente y lleno de mensajes simples pero significativos. Sin embargo, en el salto al cine, la película “Dog Man”, producida por DreamWorks Animation y distribuida por Universal Pictures, parece haberse sometido al "proceso de Hollywoodización." ¿El resultado? Un filme que, aunque visualmente atractivo, pierde gran parte de la chispa que hizo a la saga literaria tan especial.
Un elenco estelar que no brilla del todo
La película cuenta con un elenco que incluye voces de celebridades como Pete Davidson, Ricky Gervais, Lil Rel Howery, e Isla Fisher. Sin embargo, a pesar de estos nombres de peso, el impacto de las actuaciones vocales es desigual. Gervais, con su interpretación del pez villano Flippy, es el único que realmente logra destacar y robarse momentos clave de la película.
El relato pierde sencillez
La narrativa de la película intenta abarcar demasiados elementos de los libros, fusionando personajes y tramas múltiples en un mismo argumento. Aunque emplea estructuras clásicas como el origen de Dog Man —el cuerpo de un policía unido a la cabeza de su perro después de una explosión— y la relación con el villano Petey y su hijo, la película se siente sobrecargada y difícil de seguir, incluso para los fanáticos de las novelas gráficas. El mensaje de fondo, aunque positivo y centrado en valores como el optimismo y el amor, queda envuelto en un exceso de información y explosiones visuales.
Humor limitado y menos irreverencia
Los libros de Dog Man son conocidos por su humor absurdo, a menudo basado en juegos de palabras y bromas que no piden disculpas. La película, sin embargo, diluye este aspecto crucial. En su intento por alcanzar una audiencia más amplia, se elimina gran parte del tono subversivo y se introducen referencias culturales menores como alusiones a “Apocalypse Now” y “Die Hard”, que no necesariamente conectan con el público infantil ni satisfacen plenamente a los adultos que los acompañan. Parece que los creadores olvidaron uno de los pilares de las novelas: hacer reír de manera desenfrenada y sin prejuicios.
Aspectos técnicos y visuales
A nivel visual, la adaptación es impresionante y aprovecha al máximo la tecnología de animación moderna. Las secuencias de acción, como la aparición del “80-Hexotron Droid-Formigon” y las persecuciones frenéticas, son atractivas para los espectadores más jóvenes. Sin embargo, la estética del filme, aunque pulida, reemplaza la vibra manual y traviesa de los libros originales por un enfoque más comercial y estandarizado.
¿Subversivo no más?
Un detalle clave de Dog Man es su origen humilde como un proyecto que surgió en los pasillos de una escuela. Dav Pilkey creó el universo con un espíritu rebelde, pero la película parece dejar de lado esta esencia. La transformación de lo que alguna vez fue una serie con espíritu guerrillero y "DIY" a una producción que incluye campañas de marketing masivas y listas de canciones de artistas como Miley Cyrus deja un vacío que los fanáticos pueden notar. Incluso pequeños guiños, como un cartel en la película que dice "Sin salvavidas en el volcán activo", no logran capturar el caos entrañable del material original.
El dilema en el centro de la historia
Uno de los pocos aspectos que se mantiene fiel a los libros es la lucha interna de Li’l Petey al tener que elegir entre dos modelos de vida: seguir los pasos de su padre villano Petey o tomar el camino más optimista con Dog Man. Este dilema clásico, cargado de una metáfora sobre el poder redentor del amor y la bondad, es conmovedor, pero se ve opacado por el peso de exceso de subtramas y personajes secundarios.
¿Vale la pena verla?
“Dog Man” es una película que seguramente entretendrá a los más pequeños durante sus 89 minutos de duración, pero que puede dejar a los fanáticos más ávidos con una sensación de insatisfacción. Aquellos que busquen la energía indomable de los libros probablemente saldrán preguntándose: "¿Dónde quedó la chispa?".
En resumen, aunque visualmente atractiva y con mensajes que apuntan a sensibilidades universales, la película sacrifica parte del alma que convirtió a Dog Man en un fenómeno literario. Como diría el propio Petey: “So long, suckers.”