¿Un Super Bowl Internacional? Explorando las Posibilidades y Obstáculos

El Super Bowl, considerado por muchos como el evento deportivo más importante de los Estados Unidos, ha sido históricamente un espectáculo reservado para ciudades con equipos de la NFL. Sin embargo, las declaraciones recientes del comisionado de la NFL, Roger Goodell, han encendido la conversación sobre la posibilidad de llevar este evento fuera del país. Según Goodell, "las cosas cambian, y no me sorprendería que algún día esto se haga realidad".

¿Por qué considerar un Super Bowl internacional?

La NFL ha aumentado su presencia global en los últimos años, organizando juegos de temporada regular en países como México, el Reino Unido y, más recientemente, Brasil y Alemania. Estos casos de éxito muestran no solo la capacidad de la liga para atraer audiencias internacionales, sino también la creciente popularidad del deporte fuera de los Estados Unidos.

A nivel estratégico, llevar el Super Bowl al extranjero podría representar una oportunidad única para consolidar la expansión global de la NFL y atraer nuevos mercados. Pero, ¿es factible? ¿Qué desafíos enfrenta esta idea?

Cuestiones logísticas y culturales

Uno de los principales desafíos es el horario. El Super Bowl se celebra generalmente a las 6:30 p. m. EST, un tiempo ideal para el público estadounidense y sus anunciantes. En Europa, esto significaría comenzar el juego pasada la medianoche. Aunque en países como México o Brasil este no sería un problema, en Europa y Asia la diferencia horaria podría ser un obstáculo significativo.

Otro desafío es el factor del clima. La mayoría de los posibles estadios internacionales carecen de techos retráctiles, lo que podría ser problemático en ciudades europeas con inviernos fríos y húmedos, como Londres o Berlín. Aunque estadios como el Santiago Bernabéu en Madrid y el Tottenham Hotspur Stadium en Londres cuentan con infraestructuras modernas, las condiciones climáticas invernales siguen siendo un factor a considerar.

El factor económico

Estados Unidos ha demostrado ser muy flexible y dispuesto a apoyar el evento desde el punto de vista económico. Desde incentivos fiscales hasta infraestructura temporal, las ciudades estadounidenses compiten ferozmente para albergar el Super Bowl. Sin embargo, como lo señaló Stefan Szymanski, profesor de gestión deportiva de la Universidad de Michigan, "en Europa, los gobiernos locales no tienen tanta autonomía financiera para subvencionar eventos grandes". Esto podría hacer que ciudades como Londres, París o Berlín lo piensen dos veces antes de comprometer recursos para un evento de esta escala.

Posibles sedes internacionales

Si la NFL decide dar este enorme paso, aquí están algunos de los estadios destacados que podrían albergar el evento:

• Azteca Stadium, Ciudad de México: Este estadio tiene una rica historia, no solo en fútbol americano sino también en el fútbol mundial, habiendo sido sede de dos finales de la Copa del Mundo. Su proximidad a los Estados Unidos y su capacidad lo hacen un candidato fuerte. Sin embargo, la altitud del lugar (7,200 pies) y problemas previos con el césped generan preocupación.
• Tottenham Hotspur Stadium, Londres: Diseñado con la NFL en mente, este estadio cuenta con vestidores y campo adaptados específicamente para el fútbol americano. Desde 2019, ha sido sede de juegos de temporada regular y tiene una relación contractual a largo plazo con la NFL. Sin embargo, su capacidad de menos de 63,000 podría considerarse pequeña para un Super Bowl.
• Santiago Bernabéu, Madrid: Este icónico estadio está siendo renovado con un techo retráctil y un sistema que permite cambiar el campo de fútbol por uno de fútbol americano. En 2025, será sede del primer juego de temporada regular de la NFL en España. Su capacidad de más de 78,000 asientos es otro punto a su favor.
• Camp Nou, Barcelona: Una vez renovado, el estadio podría albergar más de 104,000 espectadores, lo que lo convierte en el candidato ideal para el Super Bowl más grande en la historia. Su clima mediterráneo también lo hace atractivo.
• Maracaná, Río de Janeiro: Este legendario estadio tiene un significado cultural inmenso y podría atraer tanto a fanáticos locales como a turistas internacionales. Sin embargo, las altas temperaturas de febrero y la falta de eventos previos de la NFL en Brasil podrían jugar en su contra.

Otros destinos, como el Stade de France en París o el Olympiastadion en Berlín, también tienen características atractivas, pero aún no han trabajado lo suficiente con la NFL para estar en la línea de posibles anfitriones inmediatos.

La importancia de preservar el alma del juego

Si bien hacer un Super Bowl internacional puede ser una idea emocionante, muchos fanáticos y expertos destacan la importancia de preservar la esencia y las tradiciones del evento. "No está claro por qué la NFL renunciaría al nivel de interés mucho mayor aquí en los EE. UU.", concluye Szymanski, indicando que el entusiasmo local sigue siendo el pilar del éxito del Super Bowl.

Con todos estos factores en mente, está claro que, aunque no es una tarea fácil, un Super Bowl internacional podría convertirse en una realidad. Si bien aún estamos a varios años de distancia de esta posibilidad, la conversación está abierta y las expectativas crecen a medida que la NFL continúa expandiendo su alcance global.