“Companion”: Una Perspectiva Sorprendente sobre la Inteligencia Artificial y las Relaciones Humanas

¿Qué harías si descubrieras que no eres quien crees ser? Esa es la premisa central de “Companion”, el nuevo thriller de ciencia ficción y horror dirigido por Drew Hancock, que logra capturar la atención desde el primer momento. Protagonizada por Sophie Thatcher y Jack Quaid, la película invita a una reflexión profunda sobre las relaciones humanas, la tecnología y nuestro propio sentido de identidad.

Una historia con más giros que una montaña rusa

La trama comienza de manera sencilla y casi engañosa. Iris (interpretada de manera impecable por Sophie Thatcher) y su novio nerd pero amable, Josh (Jack Quaid), se dirigen a una remota casa junto a un lago para un retiro con amigos. Lo que parece ser un típico escenario de película romántica toma un giro sombrío y terrorífico en menos de 20 minutos. Este cambio de tono establece el terreno para una narrativa brillantemente escrita, que es tan impredecible como estimulante.

El verdadero impacto llega cuando Iris, cubierta de sangre tras un evento trágico, descubre que no es humana, sino un “companion” o robot sexual programado a la medida de los deseos de Josh. La revelación marca el inicio de una odisea llena de preguntas filosóficas y momentos de acción.

Un retrato de la sociedad y la tecnología

En un futuro cercano donde los robots son compañeros aceptables y los autos se conducen solos, “Companion” explora no solo los límites tecnológicos, sino también los éticos. Cuando Josh le explica a Iris que su memoria es simplemente una línea de código y sus lágrimas provienen de un reservorio recargable oculto en su cuerpo, nos enfrentamos a una reflexión incómoda sobre cómo percibimos la humanidad y las emociones.

Hancock utiliza este trasfondo para lanzar críticas sutiles pero incisivas sobre el control, la desigualdad de género y las expectativas masculinas tóxicas. Por ejemplo, Josh expresa en un momento: “El mundo parece estar en mi contra... ¡Ni siquiera te poseo! Eres un maldito alquiler. Yo merezco mucho más que esto”. Jack Quaid encarna a este personaje con una mezcla perfecta de encanto y repulsión, mostrando de manera magistral cómo un “buen chico” puede transformarse en una figura profundamente problemática.

Un elenco que brilla

Además de Thatcher y Quaid, el elenco secundario incluye a Harvey Guillén, Lukas Gage y Rupert Friend. Cada uno aporta matices significativos a la historia, pero es Thatcher quien lleva la película al siguiente nivel. Su interpretación de Iris permite explorar con matices los cambios en su programación mientras lucha por encontrar su libertad y su propia definición de humanidad.

Reflexión sobre la inteligencia artificial

La película no se limita a ofrecer entretenimiento; también plantea preguntas críticas sobre el avance de la inteligencia artificial y su integración en nuestra vida cotidiana. En un tiempo donde la IA es cada vez más avanzada y empática, ¿quién decide los límites de su humanidad? Hancock aborda estos temas sin caer en clichés ni predicamentos simplistas, logrando un equilibrio perfecto entre narrativa y reflexión.

Estilo y tono impecables

El diseño visual y tonal de “Companion” merece una mención especial. Hancock utiliza una combinación de humor negro, horror psicológico y escenas de acción para mantener al espectador al borde del asiento. Incluso con un recuento de muertes en ascenso, la película logra mantenerse fresca y original, desafiando las expectativas en cada paso.

Calificación y público objetivo

Clasificada como R por su contenido violento, sexual y lenguaje explícito, “Companion” no es para todos los públicos. Sin embargo, para aquellos que buscan una película de ciencia ficción que trascienda géneros y ofrezca tanto entretenimiento como material para reflexionar, esta producción es una elección ideal. Hancock, en su debut como director de largometrajes, ha demostrado ser una voz prometedora en el cine contemporáneo.

Duración: 97 minutos.
Calificación: ★★★ de 4.