La amenaza oculta tras los incendios en California: lluvias tóxicas y deslizamientos

Con la llegada de las lluvias, nuevas preocupaciones emergen en las áreas devastadas por incendios en el sur de California

En el sur de California, la tan esperada temporada de lluvias ha llegado como un respiro para los bomberos que luchan contra múltiples incendios forestales. Pero esta lluvia trae consigo un nuevo conjunto de desafíos y temores para las zonas afectadas por el fuego: deslizamientos de tierra y flujos de escombros tóxicos.

Preparativos en zonas quemadas

En áreas devastadas como Pacific Palisades y Eaton Canyon, los equipos de emergencia han trabajado incansablemente para remover vegetación, reforzar pendientes y limpiar carreteras. Estas medidas buscan prevenir que las intensas lluvias arrastren cenizas tóxicas y escombros hacia zonas habitadas.

Según el Servicio Meteorológico Nacional, aunque se espera menos de una pulgada de precipitaciones generales, “el riesgo es suficientemente alto como para prepararse para el peor escenario posible”. Este escenario incluye lluvias localizadas que desencadenen flujos de lodo y sedimentos tóxicos en colinas quemadas.

El peligro de las cenizas tóxicas

Uno de los grandes problemas en estas áreas es la composición de las cenizas que dejaron los incendios. Los funcionarios advierten que este material puede ser una mezcla peligrosa de pesticidas, asbestos, plásticos, baterías y otros contaminantes derivados de vehículos y estructuras quemadas. Los residentes fueron alentados a usar equipo de protección al limpiar sus propiedades.

Este fenómeno no es nuevo. En 2018, el pueblo de Montecito, al norte de Los Ángeles, fue arrasado por deslizamientos de tierra provocados por una tormenta. Veintitrés personas perdieron la vida y cientos de hogares fueron destruidos. El recuerdo de esa tragedia resuena con fuerza en la mente de los californianos mientras se preparan para este frente lluvioso.

El estado actual de los incendios

Aunque las lluvias ayudan a reducir el riesgo de nuevos incendios, muchas partes del sur de California todavía enfrentan llamas activas. El incendio de Palisades y el incendio de Eaton han causado la muerte de al menos 28 personas y destruido más de 14,000 estructuras. Actualmente, la contención del incendio de Palisades es del 81%, mientras que el Eaton ha alcanzado un 95% de contención.

En el condado de Los Ángeles, el incendio Hughes, que provocó evacuaciones masivas cerca del área del Lago Castaic, ha mostrado avances significativos en su contención. Por otro lado, en el condado de San Diego, el incendio Border 2 continúa ardiendo con poca contención en una zona remota de la región silvestre de Otay Mountain.

El impacto de la sequía en el sur de California

Las lluvias recientes marcan el final de un período casi récord de sequía en el sur de California. Según el Monitor de Sequía de los Estados Unidos, la mayor parte de la región se encuentra en categorías de "sequía extrema" o "sequía severa". El déficit de precipitaciones ha sido alarmante, con gran parte de la región recibiendo menos del 5% del promedio habitual para esta época del año.

La falta de agua agrava aún más los daños causados por los incendios, ya que reduce la humedad del suelo y las plantas, creando condiciones más propicias para el deslizamiento de tierra y el arrastre de sedimentos. En respuesta, las autoridades locales han tomado medidas de emergencia, incluida la construcción de infraestructura de control de inundaciones y la instalación de barreras protectoras.

Esfuerzos de la comunidad y lecciones aprendidas

Los bomberos, junto con trabajadores del condado, han llenado bolsas de arena, limpiado alcantarillas y preparado drenajes en las comunidades más vulnerables. Además, la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, emitió una orden ejecutiva esta semana para acelerar los esfuerzos de limpieza y mitigar los impactos ambientales de los contaminantes relacionados con los incendios.

La amenaza de deslizamientos no solo pone en riesgo a las comunidades cercanas, sino que también plantea un desafío ambiental más amplio. La mezcla de cenizas y agua puede contaminar las fuentes de agua locales, afectando el abastecimiento y la calidad para miles de personas.

El camino hacia adelante

Mientras las comunidades y las autoridades se preparan para enfrentar los desafíos que la temporada de lluvias trae consigo, la experiencia de Montecito y otros desastres similares sirve como un recordatorio doloroso de lo que está en juego. Sin embargo, los esfuerzos locales y la cooperación comunitaria destacan la resiliencia de los californianos frente a catástrofes naturales persistentes.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press