Israel y Gaza: Retos y Tensiones tras el Acuerdo de Alto el Fuego

Israel y Gaza han alcanzado un cese al fuego que, si funciona según lo planificado, permitirá seis semanas de calma en una región asolada por el conflicto. Este acuerdo incluye la liberación de rehenes, la reapertura de rutas para la ayuda humanitaria y el retorno de miles de desplazados a sus hogares destruidos o dañados. Sin embargo, más allá de este primer paso, el futuro del acuerdo se encuentra plagado de incertidumbres.

El regreso de los desplazados palestinos

Como parte de la primera fase del acuerdo, las tropas israelíes se retiraron a una zona de amortiguamiento de 700 metros a lo largo de las fronteras con Gaza. Esto abrió la puerta para que los palestinos desplazados comenzaran el doloroso proceso de regresar a lo que queda de sus hogares. Muchas casas han sido destruidas o dañadas de manera irreparable.

Sin embargo, este retorno viene acompañado de condiciones estrictas. Israel acordó permitir el regreso de los desplazados al norte de Gaza, pero únicamente a pie y a través de rutas específicas. Además, una empresa privada —no anunciada aún formalmente— será responsable de realizar inspecciones a los vehículos para evitar el traslado de equipos militares hacia el norte. Esta logística retrata el nivel de desconfianza persistente entre las partes.

Intercambio de rehenes y prisioneros

Un punto clave del acuerdo es la liberación mutua de rehenes y prisioneros. Hamas se compromete a liberar 33 rehenes israelíes, mientras que Israel hará lo propio con cientos de palestinos encarcelados, incluidos varios que cumplen cadenas perpetuas. En fase inicial, se liberaron tres rehenes israelíes y 90 prisioneros palestinos.

El acuerdo contempla liberar en total a todos los civiles, mujeres y niños entre los rehenes, mientras que Israel también pondrá en libertad a más de 1,000 personas detenidas durante el conflicto siempre que no estén directamente involucradas en el ataque de Hamas del 7 de octubre de 2023. Pese a todo, unos 94 rehenes continúan en manos de Hamas, incluyendo soldados y extranjeros, lo que podría complicar las siguientes fases.

La crisis humanitaria en Gaza

El alto el fuego ha permitido el aumento del flujo de ayuda humanitaria, con cientos de camiones llevando alimentos, medicamentos y suministros básicos. Gaza enfrenta una grave crisis de malnutrición, brotes de enfermedades y hospitales desbordados.

A pesar de esto, todavía persisten obstáculos. Incluso antes del conflicto, Israel impuso restricciones al ingreso de ciertos suministros, citando preocupaciones de que podrían ser utilizados con fines militares por Hamas. Adicionalmente, las tensiones en torno a la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) complican aún más la distribución de esta ayuda esencial.

Un frágil camino hacia la segunda fase

El acuerdo plantea una segunda fase en la que se liberarán los rehenes restantes a cambio de la retirada completa de las tropas israelíes de Gaza. Sin embargo, este balance parece difícil de alcanzar, dado que ambas partes mantienen demandas incompatibles.

• Israel se niega a retirar sus tropas hasta garantizar el desmantelamiento total de Hamas como entidad política y armada.
• Hamas, por su parte, no entregará a los últimos rehenes hasta que Israel abandone Gaza.

Este estancamiento obliga a considerar soluciones alternativas para el gobierno de Gaza, un tema complejo. Hamas ha indicado estar dispuesto a ceder el control, pero insiste en mantener algún tipo de participación, algo que Israel rechaza categóricamente. La Autoridad Palestina, vista como una opción potencial, tampoco goza de consenso.

El corredor de Rafah y el papel de Egipto

Dentro del acuerdo, Israel también ha prometido reducir su presencia militar en el corredor de Filadelfi, una franja estratégica en la frontera de Gaza con Egipto. El cruce de Rafah será reabierto para permitir la evacuación de heridos palestinos con previa aprobación de Israel y Egipto.

Sin embargo, la implementación presenta desafíos, ya que Egipto también juega un papel crucial como mediador y podría enfrentarse a presión internacional respecto a los términos de acceso y evacuación.

¿Un modelo sostenible?

Se vislumbra una fase final en la que los cuerpos de los restantes rehenes serán devueltos a cambio de un plan de reconstrucción a largo plazo en Gaza. Sin embargo, aún queda sin resolver una cuestión fundamental: ¿quién financiará esta reconstrucción? Esto será clave para estabilizar la región en el futuro.

Mientras tanto, el acuerdo ha logrado un respiro temporal en uno de los conflictos más complejos del mundo. Sin embargo, los próximos pasos determinarán si este alto el fuego puede evolucionar hacia una solución más duradera o si acabará sucumbiendo ante las profundas divisiones entre ambas partes.