El papel de FEMA y el debate sobre su financiamiento en desastres históricos
Una mirada en profundidad al rol, los desafíos y las críticas hacia esta agencia en un contexto de crisis climáticas crecientes y devastadores incendios en California.
¿Qué es FEMA y cuál es su propósito?
La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), fundada en 1979, es la principal institución del gobierno de los Estados Unidos encargada de responder a desastres naturales y emergencias en todo el país. Su misión abarca desde huracanes y terremotos hasta incendios forestales y tornados. Aunque muchas personas creen que FEMA gestiona toda la reconstrucción tras un desastre, su función principal es coordinar y apoyar a los gobiernos estatales y locales en actividades de recuperación.
¿De dónde provienen los fondos de FEMA?
FEMA opera con un presupuesto anual autorizado por el Congreso, además de un Fondo de Ayuda por Desastres (DRF, por sus siglas en inglés). Este fondo funciona esencialmente como la cuenta de emergencia de la nación, diseñada para cubrir costos como la remoción de escombros, la reconstrucción de infraestructuras críticas y pagos directos a individuos afectados.
De manera más específica, FEMA puede otorgar hasta $42,500 para propietarios de viviendas sin seguro o con coberturas insuficientes. Sin embargo, este monto es insuficiente frente a los costos reales de reconstrucción en áreas gravemente afectadas.
“FEMA no hace que nadie recupere completamente su vida tras un desastre. Su objetivo no es proporcionar una cobertura total para todos los daños”, explicó Samantha L. Montano, profesora de gestión de emergencias en la Massachusetts Maritime Academy.
¿Existen críticas sobre cómo FEMA distribuye sus recursos?
Uno de los debates más recurrentes sobre FEMA es su capacidad financiera durante desastres de gran escala. En incendios recientes en California, como el devastador incendio en Pacific Palisades, los costos totales de recuperación se estiman entre los más altos en la historia de los Estados Unidos. El estado de California, por ejemplo, ya separó $2.5 mil millones para esfuerzos de recuperación, mientras que el fondo de FEMA no siempre es suficiente para cubrir dispendios complementarios.
Donald Trump, durante una entrevista reciente, sugirió que FEMA debe reformarse, cuestionando cómo la agencia distribuye ayudas a los estados. Además, algunos conservadores abogan por reducir los reembolsos a los estados, argumentando que FEMA debería limitarse a responder únicamente a desastres que superen las capacidades locales.
El mito del gasto en inmigración
Se ha difundido el rumor de que FEMA canaliza ingresos a inmigrantes indocumentados o programas externos. Esto es falso. Cápsulas como el Programa de Refugio y Servicios, que reembolsa gastos migratorios a comunidades, tienen fuentes de financiamiento distintas. Estos fondos provienen del Congreso específicamente para el Servicio de Control de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
No obstante, persisten preocupaciones estructurales respecto al modelo de financiamiento de FEMA. La dependencia frecuente de solicitudes presupuestarias suplementarias subraya un sistema que no estaba diseñado para la magnitud y frecuencia de las catástrofes actuales. Según un informe del Congreso en 2022, eventos de gran dimensión, aunque pocos, consumen una parte desproporcionada del presupuesto destinado al DRF.
Desafíos con el Fondo de Ayuda por Desastres
En años recientes, FEMA ha enfrentado presupuestos insuficientes durante los meses finales del verano, justo antes de la aprobación del presupuesto general en el Congreso. Durante estos lapsos, recurren a la estrategia de "financiamiento inmediato de necesidades". Esto implica priorizar misiones salvavidas, retrasando pagos para proyectos de reconstrucción previos.
Brock Long, exadministrador de FEMA (2017-2019), indicó: “Debería existir una manera más eficiente de diseñar este fondo, de modo que no dependa constantemente de solicitudes suplementarias al Congreso.”
Impacto político y enfoque en California
California ha sido uno de los escenarios más afectados en términos de crisis naturales, como los incendios forestales recurrentes. Mientras algunos líderes demócratas critican la postura de Trump de reevaluar cómo FEMA distribuye ayuda a los estados, los republicanos recalcan que una mayor responsabilidad estatal podría optimizar los recursos.
En este contexto, FEMA continúa siendo blanco de críticas por no cubrir la totalidad del impacto en comunidades devastadas. A pesar de los avances en tecnología y planificación preventiva, la agencia enfrenta el desafío de aumentar su capacidad frente a desastres climáticos, los cuales, según expertos, continúan aumentando en frecuencia e intensidad.
Un futuro incierto
En definitiva, FEMA no solo enfrenta críticas sobre su capacidad financiera, sino también sobre las expectativas públicas respecto a su rol. A medida que los desastres naturales se vuelven más costosos y comunes, ¿cómo se adaptará la agencia para equilibrar apoyo inmediato y prevención a largo plazo? Lo que queda claro es que tanto ciudadanos como líderes políticos tienen la responsabilidad de repensar cómo abordar estas crisis.