Controversia ambiental: El proyecto de las bombas de Yazoo y su impacto en los humedales del Delta Sur
Tras años de debate, el Cuerpo de Ingenieros de EE.UU. reinicia el polémico proyecto con ajustes ambientales que no han convencido a todos.
El Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos ha anunciado que avanzará con una versión modificada del controvertido proyecto de las bombas de Yazoo, un sistema destinado a aliviar las inundaciones en el Delta Sur de Mississippi. Este proyecto había sido vetado en 2008 por la Agencia de Protección Ambiental (EPA) debido al posible daño que podría causar a 67,000 acres de valiosos humedales. Sin embargo, un acuerdo entre ambas entidades parece haber dado un nuevo impulso al proyecto.
Historia del proyecto: Años de debates y veto ambiental
El proyecto de las bombas de Yazoo ha sido un tema de discusión durante décadas. Inicialmente rechazado por la EPA en 2008, el nuevo plan incluye componentes de mitigación ambiental, como ajustar los niveles de activación de las bombas dependiendo de la temporada y mantener ciertos niveles de agua para las especies acuáticas en periodos de bajo caudal.
En una carta del 8 de enero de este año, la EPA declaró que estas medidas "reducirían los efectos adversos a un nivel aceptable". Sin embargo, grupos ambientalistas no están convencidos de que estas modificaciones sean suficientes para proteger el ecosistema del Delta Sur.
El impacto de las inundaciones de 2019
El clamor por la implementación de las bombas se intensificó tras las históricas inundaciones de espalda de agua en 2019, las cuales sumergieron gran parte del Delta Sur, dejando comunidades y cultivos en una situación devastadora. Los residentes y legisladores locales insisten en que el proyecto es crucial para evitar desastres similares en el futuro.
"Ha sido una lucha continua", comentó el senador Joseph Thomas, D-Yazoo City. "Puede haber ventajas y desventajas en el proyecto, pero en general creo que es necesario".
Detalles del nuevo diseño
Bajo la nueva propuesta, las bombas comenzarán a funcionar cuando el nivel del agua alcance una elevación de 90 pies durante la temporada de cultivos (del 25 de marzo al 15 de octubre). Fuera de este periodo, el nivel del agua puede alcanzar los 93 pies antes de activar las bombas. Además, el plan incluye la reforestación de 5,700 acres de tierras agrícolas frecuentemente inundadas como compensación por los daños a los humedales.
Costos y desafíos financieros
El costo estimado del proyecto aún no ha sido revelado, pero se espera que sea significativo, dado que instalaciones similares han costado cientos de millones de dólares. Por ejemplo, una estación de bombeo con capacidad para 19,000 pies cúbicos por segundo en Luisiana costó aproximadamente mil millones de dólares hace más de una década, mientras que la propuesta para el Delta Sur está diseñada para una capacidad de 25,000 pies cúbicos por segundo.
La falta de un presupuesto claro ha generado críticas, ya que muchos consideran inusual que este dato no se haya presentado durante el periodo de comentarios públicos.
Críticas y oposición de grupos conservacionistas
A pesar del aparente avance del proyecto, los grupos ambientalistas siguen preocupados por el impacto en los humedales. Según el Environmental Protection Network, la nueva versión del proyecto podría drenar humedales similares o mayores a los identificados en el veto de 2008. "Las preocupaciones que la EPA identificó en 2008 siguen siendo válidas", declaró el grupo.
Una coalición de organizaciones, que incluye a Audubon Delta y Earthjustice, ha declarado que el proyecto socava la autoridad de la EPA para proteger los recursos naturales más importantes del país. Jill Mastrototaro, directora de políticas de Audubon Delta, mencionó que están considerando todas las opciones para desafiar la decisión legalmente.
Beneficios y medidas de compensación
Además del sistema de bombas, el proyecto incluye un programa de compras voluntarias para residentes cuyas propiedades se encuentren por debajo del nivel de inundación de 93 pies, lo que ofrece una opción para quienes enfrentan recurrentes amenazas de inundación.
Si bien el proyecto promete traer alivio a comunidades del Delta Sur que han enfrentado años de golpes económicos y ambientales debido a las inundaciones, el costo ambiental y la viabilidad financiera se mantendrán en el centro del debate público durante los próximos meses.