El Palazzo Citterio Completa la Gran Visión Artística de Milán
Un tesoro de arte moderno se abre en el corazón de la ciudad tras décadas de retrasos
Milán, ciudad conocida por su moda y finanzas, ahora se enriquece con una joya más en su corona cultural con la inauguración del Palazzo Citterio. Este nuevo espacio acoge una de las colecciones más importantes del mundo de arte italiano del siglo XX y forma parte del ambicioso proyecto 'Grande Brera', junto con la famosa Pinacoteca di Brera y la Biblioteca Nacional Braidense.
La historia del Palazzo Citterio es una de visión y persistencia. Concebido hace más de cincuenta años, su apertura se vio obstaculizada por cambios de prioridades, negligencias y, más recientemente, por visiones arquitectónicas frustradas. Sin embargo, bajo la dirección de Angelo Crespi, quien asumió el cargo de director de la Pinacoteca di Brera en enero, el sueño de completar este proyecto finalmente se ha hecho realidad.
Un Nuevo Hogar para el Arte Moderno Italiano
Palazzo Citterio fue inaugurado oficialmente por el ministro de Cultura de Italia, Alessandro Giuli, en vísperas de la festividad de San Ambrosio, patrón de Milán. El director Crespi enfatizó la importancia no solo económica sino también ética de abrir finalmente este magnífico edificio al público tras más de cinco décadas de espera. Esta decisión no solo enriquece el paisaje cultural italiano, sino que también realza la prestancia de la Grande Brera en Milán.
Desde el 2 de diciembre, la Grande Brera también ha integrado el famoso mural de Leonardo da Vinci, 'La Última Cena', situado en un complejo a un kilómetro de la Pinacoteca y Palazzo Citterio. Este paso histórico crea un sistema de museos estatales en Milán que incrementa significativamente el prestigio de Brera y le otorga a Crespi una considerable autonomía en su gestión, incluyendo el control sobre el 80% de los ingresos.
Milan: Una Ciudad de Arte
Crespi espera utilizar esta mayor visibilidad para promover otras instituciones dentro del complejo Brera, incluyendo la Academia de Bellas Artes, los jardines botánicos y un observatorio. Así se posiciona a Milán, tradicionalmente conocida por sus aportes a la moda y las finanzas, como una verdadera ciudad del arte.
Sumando las atracciones, la 'Última Cena' y la Pinacoteca di Brera reciben un millón de visitantes al año y generan más de 10 millones de euros en ingresos. Como entidad única, se encuentran entre los diez sitios más visitados de Italia. 'Milán puede rivalizar con Florencia, Roma y Venecia como una ciudad de arte', afirmó Crespi.
Una Experiencia Cultural Enriquecida
Para la primavera, la Pinacoteca di Brera estará conectada con el Palazzo Citterio por un pasadizo a través de los jardines botánicos detrás de los museos. En el interior del Palazzo, los visitantes son recibidos por la monumental pintura de finales del siglo XIX 'La corriente humana' de Giuseppe Pellizza da Volpedo. Este es un puente a la colección de la Pinacoteca, rica en arte renacentista y barroco italiano.
Dentro del nuevo museo, cientos de obras de arte donadas a la Brera décadas atrás por los coleccionistas Emilio Jesi y Lamberto Vitali forman 'un manual de arte contemporáneo italiano'. Destacan obras de Giorgio Morandi, así como pinturas de Picasso y Modigliani. La directora de la colección, Marina Gargiulo, describe esta diversidad como una característica destacada del Palazzo Citterio.
Entre las destacadas exhibiciones, se incluye una serie de 152 miniaturas de autorretratos encargadas por el guionista neorrealista italiano Cesare Zavattini.
A pesar de las sugerencias del personal de posponer la apertura debido a la instalación aún en curso, Crespi decidió proceder. 'Es el momento correcto y debemos hacerlo', concluyó. Por ahora, el Palazzo Citterio está abierto de jueves a domingo de 14:00 a 19:00 horas, mientras que la Pinacoteca di Brera está abierta de martes a domingo de 8:30 a 19:15 horas. Las reservas son recomendadas para el Museo de 'La Última Cena', que admite a un máximo de 40 personas cada 15 minutos.