Bendición de animales en la catedral de Ciudad de México une a feligreses y sus mascotas
Una tradición católica que muestra el amor y el cariño hacia los amigos de cuatro patas
CIUDAD DE MÉXICO — En una muestra conmovedora de fe y amistad, una docena de perros se comportaron de la mejor manera mientras asistían a una misa en la catedral de Ciudad de México el pasado viernes, esperando su turno para ser rociados con agua bendita. Esta ceremonia es parte de una tradición católica de larga data celebrada el 17 de enero: la bendición de los animales. En este día, las congregaciones católicas mexicanas y los sacerdotes dan la bienvenida a perros, gatos y de vez en cuando a algún loro en el día festivo de San Antonio Abad, considerado el patrón de los animales.
Una tradición de amor y protección
Algunos feligreses visten a sus amadas mascotas con suéteres o bufandas. Sin embargo, lo más importante es la oración por la salud y seguridad de los compañeros peludos, invocando tanto a Dios como al santo patrono de los animales. Karla Flores es una de las asistentes que siente que su perra Lana, de 11 años, ha sido una verdadera bendición. Lana fue abandonada siendo un recién nacido afuera de su casa el 12 de diciembre, fecha en la cual millones de católicos mexicanos celebran a la Virgen de Guadalupe.
“La encontramos junto a su mamá y hermanitos dentro de una caja”, relató Flores. “Los rescatamos y dimos en adopción a la mayoría, pero nos quedamos con ella y su mamá”. Recientemente, Lana ha estado deprimida y enferma, según Flores, por lo que consideró necesario acudir a la celebración para recibir la bendición.
Historias de esperanza y gratitud
Rocky, un perro negro parecido a un caniche, también estuvo presente junto a su dueña Naydelin Aguilar. Fue un regalo de su madre durante la pandemia, y Aguilar siente un inmenso agradecimiento por la alegría que Rocky ha traído a su vida. “Hemos enfrentado situaciones difíciles”, comentó Aguilar. “Pero él ha sido como una luz para nosotros durante las tormentas que hemos soportado, y este será su quinto año como parte de nuestra familia”.
El reverendo José Antonio Carballo, rector de la catedral, se dirigió a las mascotas que esperaban atentas y tranquilas en los brazos de sus dueños durante su servicio. “Pedimos al Señor que las bendiga, para que las preserve y cuide, ya que traen compañía y aliento a sus cuidadores”, dijo Carballo. Tan pronto como terminó la misa del mediodía, los dueños de las mascotas se dirigieron a la entrada de la catedral, donde Carballo roció con agua bendita tanto a humanos como a sus compañeros animales.
Una celebración de vínculos inquebrantables
Entre los presentes estaba Jerónimo, un yorkie negro y canela, sostenido por su amorosa dueña Gabriela Viquez. Lo adoptó hace cuatro años cuando era un cachorro, y desde entonces quedó profundamente enamorada de él. Cada año, en el aniversario del día en que llegó a casa, Gabriela organiza una fiesta con pastel para celebrar a Jerónimo. “Una vez hablé con una persona que puede comunicarse con los animales y me dijo que él una vez fue un regalo para alguien, pero luego fue abandonado y maltratado, por lo que cargaba con mucho trauma”, contó Viquez. “Ahora somos muy felices juntos y fue una fortuna habernos encontrado”.
La bendición de los animales en la catedral no solo representa una tradición católica, sino que también es una ceremonia que resalta el vínculo especial entre las personas y sus mascotas. En una sociedad donde los animales han ganado un lugar importante en los hogares y corazones de muchas familias, esta celebración reafirma el compromiso de los feligreses con el bienestar y cuidado de sus compañeros de vida. La relación entre humanos y animales es, sin duda, una fuente continua de amor y esperanza.
Para más información sobre tradiciones religiosas en México, puedes visitar Wikipedia o el portal de noticias El Universal.