CEO y otros dos altos directivos de Boeing dejarán la compañía

CEO y otros dos altos directivos de Boeing dejarán la compañía
ARCHIVO - El entonces director general de Nielsen Company David Calhoun, en el centro, mira la pantalla mientras espera a que la compañía empiece a cotizar en bolsa tras su oferta pública inicial el 26 de enero de 2011, en la Bolsa de Nueva York. Calhoun dejará el mando de Boeing a final de año, tras una serie de reveses en la compañía. (AP Foto/Richard Drew, Archivo)

NUEVA YORK (AP) — El director general de Boeing, David Calhoun, dejará su cargo en el asediado fabricante de aviones a finales del año en medio de una reestructuración administrativa más amplia, tras una serie de percances en una de las empresas más destacadas de Estados Unidos.

Stan Deal, presidente y director general de la unidad de aviones comerciales de Boeing, se retirará inmediatamente y Stephanie Pope, directora de operaciones de la compañía, dirigirá la división.

La compañía informó que el presidente de la junta directiva, Lawrence Kellner, exjefe de aerolínea, no se presentará a la reelección en mayo y será reemplazado por un ex director general de Qualcomm.

Boeing está bajo intensa presión desde principios de enero, cuando el panel de la puerta de un flamante 737 Max de Alaska Airlines se zafó en pleno vuelo. Los investigadores concluyeron que faltaban pernos que ayudan a mantener el panel en su lugar después de los trabajos de reparación en la fábrica de Boeing.

La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) ha intensificado su escrutinio sobre la compañía, incluido el límite de producción de los 737. Una auditoría de la FAA en la fábrica de los 737 cerca de Seattle le dio a la compañía calificaciones reprobatorias en casi tres docenas de aspectos de la producción. Boeing tiene hasta finales de mayo para presentar a la FAA un plan de mejoras.

Los ejecutivos de las aerolíneas han expresado su frustración con la compañía, e incluso incidentes aparentemente menores que involucran aviones Boeing han recibido atención especial.

El incidente del 5 de enero ha elevado el escrutinio sobre Boeing a su nivel más alto desde que dos de sus aviones 737 Max se estrellaron en 2018 en Indonesia y en 2019 en Etiopía. En total, los accidentes mataron a 346 personas.

En una nota enviada el lunes a los empleados, Calhoun, de 67 años, calificó el incidente como “un momento decisivo para Boeing” que requiere “un compromiso total con la seguridad y la calidad en todos los niveles de nuestra empresa”.

“Los ojos del mundo están puestos en nosotros y sé que saldremos de este momento como una mejor compañía, aprovechando todos los aprendizajes que acumulamos mientras trabajamos juntos para reconstruir Boeing durante los últimos años”, dijo.

El esfuerzo más significativo de Boeing para mejorar la calidad ha sido la apertura de discusiones sobre la reincorporación de Spirit AeroSystems, que fabrica fuselajes para el Max y muchas piezas para ese y otros aviones Boeing, a la compañía.

Los errores cometidos en Spirit —de la que Boeing se separó hace casi 20 años— han agravado los problemas de la compañía. En teoría, devolver internamente el trabajo del proveedor clave Spirit le dará a Boeing más control sobre la calidad de la fabricación de componentes clave de los aviones.

Calhoun aseveró que las dos empresas avanzan en las conversaciones “y es muy importante”.

El directivo indicó que la decisión de irse fue suya. Calhoun era director de Boeing cuando se convirtió en CEO en enero de 2020, reemplazando a Dennis Muilenburg, quien fue despedido luego que los Max se estrellaron. En 2021, la junta directiva de Boeing aumentó la edad de jubilación obligatoria del director general para mantener a Calhoun en el puesto.

Calhoun supervisó el regreso del Max al servicio después de una inmovilización mundial que duró casi dos años, y los pedidos del avión aumentaron rápidamente. Sin embargo, desde entonces, una serie de fallas de fabricación ha retrasado las entregas de nuevos 737 y los Dreamliner 787 —que son más grandes— a las aerolíneas, lo que ha obligado a las estas a reducir sus planes de crecimiento.

Boeing, con sede en Arlington, Virginia, ha perdido más de 23.000 millones de dólares desde que Calhoun asumió el cargo, aunque la mayor parte son daños residuales de los dos accidentes aéreos. Las acciones de Boeing han caído más del 40% en ese tiempo —24% desde el incidente de Alaska— hasta las operaciones del viernes.

La compañía dijo que su directorio eligió al exdirector general de Qualcomm, Steven Mollenkopf, para convertirse en el nuevo presidente y liderar la búsqueda del reemplazo de Calhoun.

Boeing también está bajo intensa presión por parte de los directores generales de varias aerolíneas, quienes han expresado abiertamente su frustración por los problemas de fabricación de la compañía, que han ralentizado las entregas de los aviones con los que contaban las aerolíneas.

Southwest Airlines indicó recientemente que estaba reevaluando sus expectativas financieras para este año debido a retrasos relacionados en la entrega de aviones.

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