Artista revelación AP: Reneé Rapp en busca de un sueño pop

LOS ÁNGELES (AP) — A pesar de tener 23 años, Reneé Rapp ha tenido mucha práctica diciéndole “no” a personas poderosas. Su primera vez llegó a los 19 años, cuando Tina Fey y Lorne Michaels le ofrecieron uno de los papeles principales en la gira del musical “Mean Girls”.

Rapp no estaba en condiciones de rechazarlo. Necesitaba dinero para mudarse permanentemente de su ciudad natal en Carolina del Norte a Nueva York para tratar de hacer realidad sus sueños de convertirse en una estrella del pop.

Aunque admitió que la decisión fue, “en cierto modo, difícil”, estaba segura de que podría conseguir algo mejor, y señaló su educación, su ética laboral y su seguridad financiera como factores de esa confianza.

“También fui muy afortunada de tener esa ilusión de decir: ‘Sí, haré esto’”, dijo. “Realmente tengo un cierto nivel de confianza en mí misma cuando se trata de trabajo que voy a resolver”.

Y no pasó mucho tiempo antes de que lo hiciera. Unos meses más tarde, Fey y Michaels volvieron con Rapp con una oferta para interpretar a Regina George en la producción de Broadway del musical, la primera de muchas oportunidades a las que ella diría que sí.

Y aunque sus grandes oportunidades iniciales fueron como actriz, Rapp no perdió el tiempo para aprovechar esa fama y estar un paso más cerca de ser música. Su álbum debut, elogiado por la crítica, “Snow Angel”, la ha convertido en una de las artistas revelación de 2023 de The Associated Press.

Eventualmente, protagonizó la próxima adaptación cinematográfica del musical “Mean Girls” (“Chicas pesadas”), que llegará a los cines en enero, e interpretó a Leighton, una de las protagonistas de “The Sex Lives of College Girls” de Mindy Kaling, una serie melodramática de HBO sobre el paso a la edad adulta que ayudó a convertir a Rapp en un nombre reconocible.

Pero tuvo otra ronda de práctica para decir que no este año cuando decidió no volver para la tercera temporada de la serie, en un movimiento que esperaba solidificaría su identidad como estrella pop, algo que sostiene que siempre ha sido su plan.

Rapp demuestra un dominio inteligente de su experiencia en Broadway en “Snow Angel”, adoptando un sonido pop agradable con letras conmovedoras, a veces oscuras. Ahora, está dedicando toda su atención a hacer música, a menudo hasta el punto en que se vuelve absorbente.

“Pienso en la música como en cada segundo”, dijo. “Podría estar pasando por lo peor en el planeta Tierra y todo lo que pienso en el fondo de mi cabeza es: ‘Oh, de esto se trata mi próximo álbum’. No me importa si eso es enfermizo. Eso es lo que hago.”

No sólo la música de Rapp es vulnerable. Al más puro estilo de la Generación Z, ha sido franca en internet sobre aspectos íntimos de su vida, incluida su bisexualidad y su lucha contra los trastornos alimenticios.

Está orgullosa de esa vulnerabilidad, pero también dijo que la honestidad en el centro de atención puede ser un arma de doble filo.

“Me preguntan sobre mi sexualidad y mis trastornos alimenticios como si fueran mi brazo derecho e izquierdo. Y en muchos sentidos, me encanta porque he sido increíblemente abierta al respecto y es algo de lo que realmente no disfruto hablar, pero siento que quiero hacerlo”, dijo. “A veces pienso que eso conlleva que me hagan muchas preguntas realmente tontas y que me hagan preguntas que me hacen sentir incómoda y luego tener que redireccionar mi cabeza y decir, ‘¿Pedí esto?’ Digo: ‘En realidad, no, no lo hice’”.

Navegar por su rápido ascenso a la fama y estos cambios trascendentales en la vida en medio de una pandemia sería mucho para cualquier adulto joven. Pero Rapp nunca perdió de vista su objetivo inicial de ser una estrella pop, siempre calculando cómo cada adición a su currículum la ayudaría a llegar allí.

“Fue como una bendición bienvenida que sirvió como un medio para llegar a lo que quería hacer”, recordó Rapp sobre sus experiencias como actriz y estrella de Broadway.

Al mencionar lo que ella ve como un doble rasero con los hombres, Rapp dijo que se ha acostumbrado a que la gente le diga mimada, o algo peor, por esta mentalidad.

“Si no me deshago y dijo: ‘Dios mío, estoy tan agradecida. Tengo mucha suerte de tener esta oportunidad’ y beso la mano que me alimenta, entonces soy un problema”.

Pero es un problema que ella dice estar feliz de ser.

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