Niño de 3 años que viajaba en autobús que Texas envió con migrantes muere en camino a Chicago

AUSTIN, Texas, EE.UU. (AP) — Un niño de 3 años que viajaba en uno de los autobuses en los que Texas envía a migrantes a otros estados murió en el camino a Chicago, dijeron funcionarios el viernes, la primera vez que el estado anuncia una muerte desde que comenzó a enviar a miles de migrantes desde la frontera sur de Estados Unidos el año pasado.

Las autoridades de Texas confirmaron la muerte de un niño en un comunicado el viernes, pero no dijeron de dónde era ni por qué enfermó. El Departamento de Salud Pública de Illinois dijo que el menor tenía 3 años y murió el jueves en el condado de Marion, en el sur de ese estado.

“Toda pérdida de vida es una tragedia”, manifestó la División de Gestión de Emergencias de Texas en un comunicado. “Una vez que el niño presentó problemas de salud, el autobús se detuvo y el personal de seguridad a bordo llamó al 9-1-1 para recibir atención de emergencia”.

Desde el año pasado, Texas ha enviado en autobús a más de 30.000 migrantes a diversas ciudades estadounidenses gobernadas por demócratas como parte de la Operación Estrella Solitaria, que el gobernador Greg Abbott puso en marcha en la frontera. La operación ha estado de nuevo bajo la lupa en los últimos meses debido a las medidas adicionales que el gobernador autorizó para disuadir la llegada de migrantes desde México.

El gobierno del presidente Joe Biden demandó a Texas por haber colocado grandes boyas en las últimas semanas en el río Bravo (llamado Rio Grande en Estados Unidos), con el argumento de que esa barrera acuática entraña un riesgo ambiental y humanitario. Texas también comenzó a separar a algunas familias de migrantes en la frontera, lo que representa un cambio de postura de la policía estatal, la cual había dicho antes que las familias debían permanecer juntas.

La portavoz de Abbott, Renae Eze, pidió el viernes por la noche que las preguntas sobre el fallecimiento del menor se hicieran a la agencia estatal de gestión de emergencias, que está a cargo del programa de los autobuses desde que comenzó en 2022.

El niño recibió atención de los paramédicos y más tarde murió en un hospital, según dicha agencia estatal. El autobús partió de la ciudad texana de Brownsville. A todos los pasajeros se les tomó la temperatura y se les preguntó si tenían alguna afección médica, agregó la agencia, que no respondió de momento a solicitudes para que diera más detalles.

Funcionarios de Illinois dijeron en un comunicado que ya estaban trabajando con funcionarios de salud, la policía estatal y autoridades federales “en la mayor medida posible para conseguir respuestas en esta trágica situación”.

El representante federal demócrata Henry Cuellar, cuyo distrito incluye la frontera de Texas, dijo el viernes por la noche que no ha sido informado sobre los detalles de la muerte del menor. Aun así, criticó a Abbott y dijo que el gobernador debería trabajar más con el gobierno federal en materia de seguridad fronteriza.

“No se debe utilizar a los migrantes como peones políticos. Hay que responsabilizarse de cuidarlos, en especial si se trata del transporte de niños", señaló Cuellar.

Además de Chicago, Texas también ha enviado migrantes a Washington, Nueva York, Filadelfia, Denver y Los Ángeles. El jueves, Abbott volvió a exaltar el programa de los autobuses en la plataforma X, antes conocida como Twitter, afirmando que continuará “transportando migrantes en autobuses a ciudades santuario hasta que Biden cumpla su trabajo y garantice la seguridad en la frontera”.

El estado dice que los migrantes enviados en autobús firman un documento en el que renuncian a cualquier reclamo y aceptan el destino programado. Según las autoridades de Texas, los autobuses llevan alimentos y agua, y se permite que los migrantes bajen en paradas previas al destino establecido.

Después de que 42 migrantes, incluidos algunos menores, fueran dejados en junio en Los Ángeles, la alcaldesa Karen Bass describió el uso de los autobuses como una “maniobra despreciable” de Abbott

Al menos cuatro niños migrantes han fallecido este año bajo custodia federal, entre ellos una niña panameña de 8 años que murió en mayo, quien estaba enferma del corazón y tenía anemia falciforme. El mes pasado, un informe independiente concluyó que la Patrulla Fronteriza carece de protocolos para evaluar las necesidades médicas de los niños con enfermedades preexistentes.

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La periodista de The Associated Press, Valerie Gonzalez, en McAllen, Texas, contribuyó a este despacho.

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