Argentina: ministro Justicia arremete contra Poder Judicial

BUENOS AIRES (AP) — El designado ministro argentino de Justicia Martín Soria, considerado por la oposición un representante del kirchnerismo más duro dentro del gobierno, dijo el martes que su objetivo es terminar con la supuesta persecución de sectores judiciales a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y sus allegados, procesados en varios casos de corrupción..

Soria, un diputado peronista cuya designación fue anunciada la víspera por el presidente Alberto Fernandez, dijo a Radio 10 que busca terminar con el “lawfare”, en referencia al uso de procedimientos judiciales irregulares con fines políticos y “desarmar la mesa judicial que atendía en el despacho" del exmandatario y actual opositor Mauricio Macri (2015-2019).

“Hay personajes del Poder Judicial que se pasaron de la raya... Nosotros no vamos a hacer lo que hizo el macrismo. No vamos a llevar a cabo una cacería de brujas”, sostuvo al cuestionar el avance de las investigaciones judiciales a la vicepresidenta y exmandataria (2007-2015) durante el gobierno de Macri.

El presidente argentino designó a Soria con el alegado propósito de llevar adelante una reforma del Poder Judicial que es considerada por jueces y opositores como una injerencia del Ejecutivo en el funcionamiento de los tribunales y un intento de proteger a la vicepresidenta y otros funcionarios y allegados procesados por la justicia.

El designado ministro defendió la inocencia de Fernández de Kirchner, acusada de delitos como lavado de dinero y administración fraudulenta.

"Ella, que no tuvo nada que ver, que es inocente, que la acusaron mediática, judicial y políticamente porque eso es el lawfare, quiere que sea la misma justicia la que la libere de culpa y cargo, que es lo que corresponde cuando uno no hizo nada”, dijo Soria.

El legislador agregó que la Corte Suprema se ha mostrado ”complaciente cuando algunos camaristas tiraron por la ventana toda la doctrina jurídica” y que si los jueces le temen al gobierno "algo habrán hecho mal”.

Su elección se dio a conocer una semana después de que la ministra Marcela Losardo, amiga personal del presidente, decidió dar un paso al costado en medio de la puja pública que mantiene el gobierno con sectores de la justicia a los que considera faltos de independencia y sometidos a sectores poderosos.

Soria negó que el proyecto de reforma judicial pretenda “cambiar jueces” y sostuvo que Fernández de Kirchner "es la que menos querría algo así”.

El designado ministro fue dos veces intendente de la ciudad de General Roca, en la provincia sureña de Río Negro, y en los últimos tiempos profundizó sus denuncias contra el funcionamiento de diversas áreas del Poder Judicial.

El legislador fue quien denunció al presidente de la Cámara Federal de Casación Penal, Gustavo Hornos, por haber mantenido seis encuentros privados con el entonces presidente Macri entre 2015 y 2018.

Macri ha negado cualquier persecución contra la exmandataria, a la que cuestionó porque ”se la pasó hablando del lawfare y desde que asumió (la vicepresidencia) se dedicó a hostigar a mi familia”.

Miembros de la oposición apuntaron que con Soria a la cabeza de un ministerio tan sensible el presidente profundizará el plan contra el Poder Judicial al que lo habría empujado Fernández de Kirchner.

El diputado nacional Federico Angelini, de la alianza opositora Juntos por el Cambio, señaló que supone “el avance del kirchnerismo duro en cada una de las áreas de gobierno” e "implica la intervención directa sobre la justicia, que constituye una obsesión para la vicepresidenta, quien actúa bajo un objetivo que no tiene que ver con dotar de transparencia y mejorar su funcionamiento, sino claramente con beneficiar a los propios”.

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