En medio de todo, Robin Thicke encuentra la luz

En medio de todo, Robin Thicke encuentra la luz
El cantante y compositor Robin Thicke posa en el estudio de grabación Gold Diggers Sound, en Los Ángeles, el 3 de febrero de 2021. Thicke lanza "On Earth, and In Heaven", su octavo álbum, el viernes 12 de febrero. (AP Foto/Chris Pizzello)

NUEVA YORK (AP) — Un divorcio en los tabloides y una demanda monstruosa contra su máximo éxito fueron lo suficientemente duros, pero entonces la vida golpeó a Robin Thicke más allá de las columnas de chismes.

Su padre, el actor de “Growing Pains” Alan Thicke, falleció. Al año siguiente, su popular manager Jordan Feldstein — el hermano del actor Jonah Hill, que también supervisó la carrera de Maroon 5 — murió a tan sólo 40 años.

La casa de Thicke en Malibú fue consumida por el incendio de Woolsey un año después. Y el año pasado su defensor y mentor Andre Harrell, el ejecutivo musical que lanzó las carreras de Sean “Diddy” Combs y Mary J. Blige, también murió.

“Siempre he sido una persona bastante positiva y obviamente estos cinco o seis años desafiaron todas mis ideas preconcebidas de la fe y el positivismo”, dijo Thicke.

Al buscar salir adelante y encontrar la luz, Thicke también se distanció de la música, algo difícil de aceptar para el cantante nominado al Grammy que solía tomarse uno o dos años entre álbumes.

Entonces escribió una canción sobre su padre. Y otra sobre Harrell.

“Como que me desperté de la niebla, la niebla creativa y la niebla personal en la que estaba. Comencé a ver el mundo de manera un poco diferente, finalmente”, contó.

El viernes lanza su octavo álbum “On Earth, and In Heaven”, un viaje acústico de R&B con 11 canciones sobre sus momentos más duros, aunque se centra en la esperanza.

Escribió “That’s What Love Can Do”, que cierra el disco, tras el deceso de su padre; “Look Easy”, el nuevo sencillo, está dedicado a “los trabajadores en primera línea y a nuestras mamás y profesores”; “Out of My Mind” alude a la depresión y la ansiedad así como a encontrar la paz; y “Beautiful” es sobre hallar la luz en un mar de oscuridad.

En una entrevista con The Associated Press, editada para mayor claridad y brevedad, Thicke, quien también tuvo otros tres hijos en estos años, conversó sobre escribir para sus seres queridos, desprenderse de su ego, la paternidad y qué aprendió del regalo y la maldición de “Blurred Lines”.

AP: Has tenido muchos problemas en los últimos años, pero el álbum es positivo. ¿Es ese el mensaje que querían dar?

Thicke: De eso se trata realmente el álbum: cuando todo llega al límite. Y algunas de estas cosas no las pude controlar — mi papá, Andre, mi mánager Jordan Feldstein, el incendio de mi casa. Pero hubo otras cosas que pasaron, como mi divorcio, la demanda, la prensa negativa. Hubo cosas que hice y que pude haber hecho mucho mejor, que pude haber manejado mucho mejor que hicieron que todos estos problemas llegaran a la vez. Mi vanidad. Mi ego. Mi arrogancia. Todas las cosas que debían cumplirse se cumplieron en este periodo de tiempo. Todas se dieron la mano y lo resolvieron a trancazos. En este momento, el ángel bueno va ganando y está disfrutando de la música y de su familia. Realmente estoy atravesando un periodo de gratitud por todo lo que tengo. Soy más feliz debido a eso.

AP: ¿Qué te ayudó a salir de ese lugar oscuro?

Thicke: Creo que todos llegamos a nuestro punto de quiebre de alguna manera. El mundo te dice: “Necesitas hacer algunos cambios”. La gente que te quiere, la gente que no, de alguna manera recibes un mensaje recurrente de que algo tiene que cambiar. En mi caso tuve que quitarme mi egoísmo, mi vanidad, mi prepotencia. Mi sensibilidad a la burla o a los insultos.

Creo que ese es uno de los grandes superpoderes, ser capaz de reírse de uno mismo, no tomarte muy en serio y disfrutar la fiesta aun cuando te están fastidiando. Antes no tenía eso. Me agarraba demasiado fuerte de mi música y mi arte. Me agarraba demasiado de todo aquello por lo que trabajé tan duro. Entonces no podía soportar nada negativo — que me arrojaran manzanas, naranjas y tomates. A estas alturas de mi vida, por fortuna, he aprendido a acoger todas las partes de la cultura de la fama y el espectáculo.

AP: ¿Fue difícil escribir sobre tu padre para este álbum?

Thicke: Escribir es catártico para mí. Es terapéutico. Me ayuda en los tiempos difíciles. Definitivamente me ayudó. Si me ayuda a mí, entonces quizás ayude a alguien más. Quizás les dé consuelo.

AP: ¿Te ayudó escribir sobre tu padre y Andre a abrir las compuertas de la composición para el resto de este álbum?

Thicke: Sí. Hablé con Andre como una semana antes que falleció. Repasamos el álbum y él no estaba muy impresionado, por decir lo menos. Me dijo: “¿Dónde están todos los cuernos y las cuerdas y la producción vocal que haces? ¿Todas las líneas de bajo y esas cosas?” Entonces murió, así que me puse a trabajar. Me di cuenta de que él ya me había dado tanta vida y combustible. Me apoyó y creyó en mí y llevó mis talentos a nuevos lugares. Yo quise homenajearlo y también homenajear a mi padre, claro, terminándolo.

AP: El hijo de Andre, Gianni Credle-Harrell, aparece como coautor de “Beautiful”. ¿Qué tal fue trabajar con él?

Thicke: De hecho, esa fue una tarde divertida. Había escrito la canción, pero no tenía la letra completa y no tenía completo el mensaje. No había conectado con qué hacía que esta canción se destacara. Gianni vino y me dio algunas ideas para la melodía y terminé usando una partecita.

No fue sino hasta que ocurrió lo de George Floyd que retomé esa canción. Pasó engavetada cuatro años. Cuando ocurrió lo de George Floyd, la reescribí porque hay una línea que dice, “Veo tus ojos, tu sonrisa me recuerda de qué se trata el amor”. Esa famosa foto de George Floyd en la que aparece sonriendo — la letra me vino a la cabeza cuando lo vi sonriendo en medio de la situación. Quise escribir una canción sobre derribar el sistema existente y reconstruir algo que sea hermoso, algo mejor.

AP: ¿Qué se siente ser papá de cuatro hijos?

Thicke: Todos recibimos una mano de naipes y tenemos que hacer lo mejor que podemos con las cartas que nos toca. Mi casa se incendió y lo vi como una oportunidad de enseñarle a mi hijo el valor de la familia y de la risa y de la música y el baile y las películas sobre las cosas materiales. OK, perdimos nuestras cosas, pero nos tenemos unos a otros y cada día tenemos la oportunidad de hacer lo mejor que podemos y pasar un gran rato juntos. Me dio la oportunidad de mostrarle cómo transitar por esas cosas. Y en cuanto a perder a seres amados, todos tenemos que aprender a transitar eso por nuestra cuenta. Es lindo saber que no estás solo y que alguien allá afuera, familia o amigos, puede ayudarte a atravesarlo.

AP: Años después, ¿cómo ves lo que ocurrió con “Blurred Lines”?

Thicke: Fue una parte necesaria para mi crecimiento personal. Estuve de fiesta demasiado ese año. Celebré 20 años de trabajo duro y el éxito que finalmente había llegado. Algunos malos hábitos me alcanzaron, entonces tomé algunas malas decisiones. Lastimé a gente. Fue el momento de retirarme por un tiempo, recuperar la perspectiva, recuperar la cabeza. Enfocarme en mi hijo. Enfocarme en lo más importante de mi vida. Entonces a partir de eso comencé a construir mi alma de nuevo. Comencé a reconstruir mi fe y mi confianza muy lentamente, haciendo lo correcto. Sólo trato de despertar cada mañana y darle algo a mi familia, a mis amigos y a mi música, y hacer lo correcto. Recuperé algo de fuerza dentro de mí.

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