ONU pide a Chile investigar ataques a indígenas mapuches

SANTIAGO, Chile (AP) — La Organización de Naciones Unidas, a través de su representante en América del Sur, llamó el miércoles a Chile a investigar actos de violencia de civiles contra indígenas que ocupaban sedes municipales y fueron desalojados violentamente.

Los mapuches exigían la liberación de su líder religioso o machi Celestino Córdova, en huelga de hambre desde hace 94 días para presionar que lo liberen de prisión y poder cumplir en su comunidad una condena a 18 años de cárcel por el asesinato en un incendio de un matrimonio de ancianos en 2013. La pareja murió calcinada en un incendio desatado por mapuches, según estableció el juicio contra Córdova. A la huelga de hambre se sumaron varios comuneros encarcelados en prisiones del sur del país.

El fin de semana grupos de civiles organizados irrumpieron con palos y gritando consignas racistas contra los mapuches que ocupaban pacíficamente las sedes de las municipalidades de Curacautín y Victoria, en la región de La Araucanía, 700 kilómetros al sur de Santiago, y los desalojaron por la fuerza. En las imágenes de los hechos no se ve un accionar policial para evitar la violencia contra los indígenas. Otras tres sedes municipales fueron desocupadas por agentes policiales.

Los desórdenes prosiguieron en la calle y concluyeron con el incendio de varios vehículos y la detención de una decena de indígenas. Ninguno de los civiles fue detenido a pesar de que se movilizaron en pleno toque de queda que rige en todo el país desde marzo, cuando se decretó un estado de catástrofe tras la llegada de la pandemia.

Las acciones violentas se arrastran por décadas, pero se intensificaron las últimas semanas en La Araucanía, una conflictiva zona donde destacan los atentados incendiarios contra vehículos de grandes empresas forestales dueñas de extensos territorios, que en ocasiones son reivindicados por grupos mapuches que exigen la devolución de las tierras que pertenecieron a sus ancestros.

Jan Jarab, representante para América del Sur del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, pidió al gobierno del presidente Sebastián Piñera investigar los hechos perpetrados por mapuches “y con particular atención, los hechos violentos por civiles en contra de los comuneros mapuche, con una fuerte dimensión de discriminación racial y de odio”.

Jarab agregó que negoció con el gobierno y logró que se permitan las visitas de los machis o líderes religiosos a los mapuches presos en diversas cárceles del sur y que las huelgas de hambre no se considerarán una “falta grave”.

El gobierno afirma que en Chile no existen los presos políticos, como se autodenominan los internos mapuches.

El Ministerio de Justicia invitó a un diálogo a los mapuches en huelga de hambre. Se desconoce si asistirán.

El 10% de los 19 millones de chilenos son mapuches que descienden del pueblo originario de Chile, y la mitad de ellos viven en comunidades rurales pobres en la región de La Araucanía. Miles rechazan la política oficial de entrega de pequeñas porciones de tierra y algunos centenares desarrollan acciones violentas para exigir la restitución de sus territorios ancestrales.

Los mapuches nunca fueron dominados por los conquistadores españoles, a los que resistieron por 300 años, hasta que en el siglo XVIII el Estado chileno los dominó por las armas y los empujó al sur, mientras chilenos y colonizadores se hicieron de sus tierras.

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