Brasil: Menguan esperanzas para desaparecidos en aludes

Brasil: Menguan esperanzas para desaparecidos en aludes
Socorristas, habitantes y voluntarios buscan el miércoles 4 de marzo de 2020 a víctimas de un alud de lodo y tierra causado por aguaceros en la ciudad costera de Guaruja, en Brasil. (AP Foto/Andre Penner)

GUARUJA, Brasil (AP) — Parado en medio de los escombros donde alguna vez estuvieron su casa y taller de reparaciones, Antônio Pereira Farias observaba el miércoles los restos en el lugar. Había salvado a su esposa e hijo de un estridente torrente de lodo, dijo, pero su hija y cuñado seguían desaparecidos.

La vida de Pereira, de 70 años, es una de tantas que las lluvias torrenciales trastocaron en las primeras horas del martes cuando las tormentas azotaron la costa del estado de Sao Paulo. No había dormido desde entonces, y los escombros parecían reflejar el caos en su mente. Varias partes de motocicleta yacían junto a ropa mojada y fragmentos de mampostería, y en el lugar persistía un hedor a lodo y humedad.

“Perdí mi casa, a mi hija, que era lo que más amaba en mi vida...”, dijo con voz entrecortada, y sacó fuerzas para continuar. “Perdí una camioneta pick-up, un Volkswagen, todo lo que tenía en mi taller de reparaciones. Todo se acabó. Todo lo que tenía se lo llevó la corriente”.

Pereira vivía en Barreira, un vecindario de clase trabajadora ubicado en una ladera, la zona más afectada de Guaruja, una ciudad donde los aludes de lodo dejaron 20 muertos y 18 desaparecidos.

El distrito de casas precarias, altamente vulnerable a aguaceros catastróficos, se ubica a gran distancia de las mansiones frente a la playa, de las cuales algunas pertenecen a los astros futbolísticos Pelé y Neymar. En la región cayó más lluvia en sólo 24 horas que toda la que se pronosticaba para marzo.

Un total de 25 habitantes murieron, incluyendo a cinco fallecidos en otros dos municipios, y seis continúan desaparecidos.

Numerosas personas que buscaban el miércoles a victimas retiraban piedras y escombros con las manos para pasarlos a hileras de trabajadores que sacaban los materiales en cubos en los lugares sepultados por el alud de lodo. Las autoridades suspendieron la búsqueda al caer la noche en la ladera, aunque la televisión mostró imágenes de algunos voluntarios que continuaban sus labores iluminados con linternas. A medida que pasan las horas disminuyen las esperanzas de encontrar más sobrevivientes.

Maria da Conceição, habitante de Barreira, estuvo preparando emparedados durante el día para quienes cavaban entre el fango.

Dijo que, cuando comenzó a llover el lunes por la noche, tuvo un presentimiento.

“Pase toda esa noche rezándole a Dios que esto no fuera a suceder”, agregó.

Debido a la tormenta, más de 400 personas perdieron sus casas en cuatro ciudades, entre ellas 150 en Guaruja, e incluso muchos habitantes cuyas moradas se salvaron de la destrucción enfrentaban ahora diversos problemas.

Desde la tormenta, Elizabete Martins se quedó sin electricidad y las autoridades le solicitaron que desalojara su vivienda.

“No tengo para pagar renta”, dijo Martins, que es ama de casa. “Duermo en casa de mi hermana, en una pequeña habitación con el hijo de ella. Vivo donde estoy no por gusto, sino porque es lo que tengo”.

Algunas víctimas de los aludes fueron sepultadas el miércoles.

Uno de ellos fue el bombero Rogério de Morais Santos, que sufrió un infarto cuando intentaba salvar a una madre y su bebé en Barreira. Bomberos y policías corpulentos lloraban. Después, en un homenaje, los agentes dispararon sus fusiles hacia el piso.

En Barreira, Paloma Ribeiro pasa apuros para mantener la esperanza de que su padre desaparecido sea hallado.

“Sabemos que hay esperanza en las primeras 48 horas después de un alud”, dijo la estudiante, a la que acompañaban dos amistades mientras permanecía en una silla de playa. “Pero entre más tiempo pasa, me siento más alterada. Temo lo peor, pero no puedo decirlo en este momento”.

___

El periodista de The Associated Press Alexandre Rempazzo contribuyó a este despacho.

Publicado en Inicio » Mundo »