Empresariado inquieto con políticas arancelarias de Trump

Empresariado inquieto con políticas arancelarias de Trump
El establo de una plantación de soja de Ashland, Nebraska, muestra un cartel de apoyo a Donald Trump el 24 de julio del 2018. El entusiasmo del mandatario con los aranceles a las importaciones preocupa al empresariado estadounidense, tradicional aliado de los republicanos pero que siempre defendió el libre comercio y condenó el proteccionismo. (AP Photo/Nati Harnik, File)

WASHINGTON (AP) — El imprevisible uso de la amenaza de cobrar arancelas a las importaciones que hace Donald Trump tiene alarmado al empresariado estadounidense, una importante fuerza en el Partido Republicano.

Los empresarios de Estados Unidos fueron tomados por sorpresa la semana pasada cuando Trump amenazó con imponer aranceles a las importaciones de México en un esfuerzo por contener el flujo de migrantes centroamericanos a través de territorio mexicano.

Los dos países pactaron una tregua el viernes, en que México dijo que intensificaría sus medidas en contra de la migración ilegal. Pero el lunes Trump estaba de nuevo amenazando con los aranceles si los mexicanos no cumplían con un compromiso no especificado, “a ser revelado en un futuro no muy lejano”.

Esos vaivenes son ya un sello distintivo de la presidencia de Trump, que amenaza con aranceles, a veces los impone, otras los deja en suspenso, otras los deja sin efecto.

Los grupos empresariales, ya molestos con los esfuerzos de Trump por contener la inmigración, tratan de descifrar qué actitud tomar en este clima político tan cambiante. Apoyaron de buena gana la rebaja de impuestos a las empresas y los pasos que se dieron para suavizar las regulaciones sobre el medio ambiente y otros sectores. Pero el uso caprichoso de los aranceles por parte de Trump los tiene preocupados.

“El empresariado sale perdiendo”, afirmó Rick Tyler, un estratega republicano que a menudo critica a Trump. “Él mismo se describe como ‘El Señor Aranceles’. Se enorgullece. Esas son malas noticias para el partido. Malas noticias para el mercado libre”.

“Fue un buen llamado de atención para el empresariado”, manifestó James Jones, ex embajador de Estados Unidos en México y hoy presidente de Monarch Global Strategies, en alusión a la sorpresiva amenaza de Trump de imponer aranceles a México.

La semana pasada la red encabezada por el millonario Charles Koch anunció la creación de varios comités de acción política abocados a distintas causas, incluido uno sobre comercio exterior, que apoyarán a republicanos y demócratas que rompen con las políticas comerciales de Trump. Importante fuerza en el Partido Republicano, la red lleva un año hablando del peligro que representan los aranceles y las políticas proteccionistas.

La Cámara de Comercio también está empezando a tomar distancia del Partido Republican tras décadas de lealtad. La Cámara, que invirtió al menos 29 millones de dólares para ayudar mayormente a republicanos en las elecciones generales del 2016, anunció hace poco que prestará más atención a los legisladores demócratas y dejó abierta la posibilidad de apoyar a los demócratas en los comicios del 2020.

Pocos esperan que la Cámara de Comercio u organizaciones empresariales como la red de Koch se vuelquen totalmente hacia los demócratas. Pero el solo hecho de que retiren su apoyo a candidatos republicanos vulnerables podría tener enorme impacto en el 2020.

El fervor de Trump con los aranceles va en contra de la prédica republicana de décadas, siempre a favor del libre comercio. Y deja descolocado al empresariado.

Los aranceles sobre las importaciones los pagan los importadores estadounidenses, que pasan esos costos al consumidor. Y pueden generar medidas de represalia sobre las exportaciones de Estados Unidos. Todo esto puede a su vez paralizar el comercio ante la incertidumbre en torno a dónde buscar suministros y dónde instalar fábricas.

“Conocer las reglas nos ayuda a planificar para el futuro”, dijo Jeff Schwager, presidente de Sartori, una firma fabricante de quesos que tuvo que lidiar con represalias de México en una disputa previa.

Trump se mantiene impertérrito. Cuando Myron Brillant, director de asuntos internacionales de la Cámara de Comercio, condenó el lunes en CNBC “el uso de las tarifas como un arma” y dijo que son peligrosas para la economía estadounidense, el mandatario respondió que “los aranceles son algo hermoso”.

“Pareciera que (Brillant) no es una persona tan brillante”, expresó.

Los legisladores republicanos evitan llevarle la contra a Trump ya que nueve de cada diez republicanos apoyan su desempeño como presidente, según la encuesta de Gallup más reciente.

Pero el tema de los aranceles podría cambiar las cosas.

El Congreso ya había mostrado cierto malestar con las políticas comerciales de Trump y contempló una legislación bipartidista que debilitaría la autoridad del mandatario para declarar los aranceles un asunto de seguridad nacional.

La legislación se estancó, pero el martes el republicano Chuck Grassley, presidente de la comisión de finanzas del Senado, dijo que el proyecto estará listo “bastante pronto” y pidió “un pronunciamiento fuerte” en la comisión y luego en el Senado en pleno en vista de que a Trump “seguramente no le guste mucho esto”.

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Peoples informó desde Nueva York. La periodista de AP Joyce M. Rosenberg colaboró en este despacho, también desde Nueva York.

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