Reporte: Pilotos de avión etíope siguieron pasos indicados

Los pilotos de un avión de pasajeros que se estrelló el mes pasado en Etiopía siguieron inicialmente los pasos de emergencias para lidiar con bajas repentinas de la nariz del avión pero no consiguieron recuperar el control, revela un reporte.

The Wall Street Journal reportó el miércoles que los pilotos del Boeing 737 Max 8 de Ethiopian Airlines apagaron un sistema de control de vuelo, pero aún así no consiguieron hacer subir la aeronave. Los pilotos encendieron de nuevo el sistema y trataron otras maniobras antes de que se estrellase el aparato, dijo el diario, que cita a fuentes familiarizadas con las conclusiones preliminares de la investigación.

En una declaración, Boeing pidió evitar conjeturas antes de la publicación del reporte preliminar y de los datos de vuelo del avión.

El Journal dice que los investigadores están evaluando las acciones de los pilotos, pero pudieran generar cuestionamientos de afirmaciones hechas por Boeing y reguladores federales estadounidenses _luego de otro accidente de un Max 8 en octubre_ de que los pilotos podían recuperar el control simplemente siguiendo los pasos para apagar un sistema específico que evita la pérdida de sustentación.

Los investigadores examinan los dos desastres que mataron a las 346 personas que iban a bordo de los 737 Max 8 operados por la indonesia Lion Air y Ethiopian Airlines, incluyendo el papel sistema MCAS, que en algunas circunstancias pudiera apuntar la nariz del avión hacia abajo automáticamente para prevenir la pérdida de sustentación.

El Journal reporta además que datos de las llamadas cajas negras indican que los pilotos de Ethiopian Airlines siguieron las recomendaciones de desconectar el sistema, pero que el avión siguió bajando. Voltearon un volante manual que ajusta la cola del avión y usaron interruptores eléctricos en un esfuerzo para subir, pero eso reactivó el MCAS, que siguió empujando la nariz del avión hacia abajo.

Se espera que los investigadores etíopes den a conocer sus conclusiones preliminares en los próximos días.

Boeing está en el centro de las investigaciones en Estados Unidos, con expedientes abiertos en los departamentos de Justicia y Trasporte, así como en comisiones del Congreso. Los investigadores examinan además el papel de la Administración Federal de Aviación, que certificó el Max en 2017 y se negó a suspender sus vuelos tras el primer accidente fatal en octubre.

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