Los huracanas se forman cuando una serie de tormentas eléctricas se acumulan y se desplazan sobre aguas oceánicas cálidas que por lo general están cerca de la línea ecuatorial en África. Son como motores gigantes que usan aire cálido y húmedo como combustible, La energía que el ciclón o huracán transforma en energía cinética de rotación y en procesos termodinámicos,  proviene del contacto entre el ciclón tropical y las aguas cálidas del mar y del intercambio de energía entre las aguas del mar y el sistema ciclónico.   El aire cálido y húmedo sobre los océanos se eleva desde cerca de la superficie. Como el aire se mueve hacia arriba y se aleja de la superficie, queda menos aire cerca de la superficie. Es decir,  que el aire cálido se eleva causando un área de menor presión de aire cerca del océano.

El aire con mayor presión de las áreas circundantes llena el área de baja presión. Luego, este "nuevo" aire se torna cálido y también se eleva. En la medida en que el aire cálido continúa subiendo, el aire circundante gira para ocupar su lugar. Cuando el aire cálido y húmedo se eleva y se enfría, el agua en el aire forma nubes. Todo el sistema de nubes y aire gira y crece, alimentado por el calor del océano y el agua que se evapora de la superficie.

Al formarse el huracán se identifican tres partes principales que son: bandas nubosas en forma de espiral alrededor de su centro. Al girar el sistema de tormenta cada vez más rápido, se forma un ojo en el centro, este es un sector de bastante calma, poca nubosidad. La pared del ojo está compuesta de nubes densas; en esta región se localizan los vientos más intensos del huracán.

Las bandas en forma de espiral con fuerte actividad lluviosa convergen hacia el centro del huracán de manera antihoraria. En los niveles altos de la atmósfera, el viento circula en forma horaria (anticiclónico), contrario a como lo hace en los niveles bajos. El aire desciende en el centro del huracán dando lugar al ojo del mismo.

En la densa pared de nubes que rodea el ojo se localizan los vientos más fuertes del huracán. En las paredes puede desarrollarse también los mismos efectos que un tornado.

A su paso arrasan con lo que encuentran, puede ser que arrasaron con bancos de peces pequeños, que fueron llevados por las corrientes de las nubes y luego descargados en forma de lluvia a distancias alejadas del lugar donde se generó el o los huracanes, ya que un huracán es más que un punto en un mapa, y su curso es más que una línea. Es un sistema grande que puede afectar una amplia zona, aún lejos de donde se predice que afectará, eso puede haber ocurrido en una localidad de México donde se ha reportado lluvia de peces.

En estos últimos días, ha influido sobre todo para la formación de estos fenómenos naturales, las llamaradas solares que se han dado y que alteran la energía geomagnética de la tierra, incrementando las descargas eléctricas,  la radiación ionizante, aumentando también las temperaturas en los océanos, lo que influye también en el movimiento de las placas tectónicas submarinas, sumándose  a este fenómeno  las pruebas nucleares en el fondo de los océanos, lo que ha desencadenando sismos en diferentes partes del mundo, erupción de volcanes. Es por eso que se están sintiendo y viendo diferentes fenómenos naturales, a lo largo y ancho del planeta tierra; y que más que probable seguirán, debido al comportamiento del Sol y a las manchas solares, que vayan apareciendo en él.

Por eso insisto, en que son tiempos de reflexionar, de acercarse más a la parte espiritual, rescatando los valores morales y éticos, que forman parte de las mismas leyes universales. El ir contra natura, es desafiar al mismo Creador del universo. No se trata de volverse religioso, no se trata de arrodillarse y golpearse el pecho ante imágenes de tierra o madera, es obedecer al mandato del único Dios verdadero, el que todo lo sabe, el que todo lo ve. La misma fuente de energía que mueve y gobierna el "Todo".

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