Todo sea por los seguidores

La tecnología de la comunicación, desde sus inicios hasta hoy a dado señas de un avance exponencial. Desde las señales con las manos hasta la clave morse, desde las señales de humo hasta las redes sociales, desde las primeras palabras cargadas de sentido y con significado hasta los smartphones, smartTV, e-mails, etc. La humanidad ha progresado enormemente, obviamente con sus pros y sus contras.

La tendencia de hoy se destaca entre otras cosas por el lograr "seguidores"; ya sea en las redes sociales, en los programas de tv o radio, el interés de la gente se puede saber por medio de la suscripción, un Me Gusta o el número de personas que hablan hoy de X tema o han visto tal video. Muchos sectores de la sociedad como economía, política, entretenimiento, farándula, cultura y educación, incluso religiones, han percibido esto y se han adaptado a los nuevos vientos; juegan con ello o lo toman de manera seria para transmitir ideas, pensamientos, miradas, dirigir la atención, tener mayor llegada.

 

Pero esto no es propio de nuestros días. Muchos siglos antes, hasta se podrían decir milenios, habían seguidores en otro sentido, de otra manera. Por ejemplo, podríamos nombras las escuelas filosóficas griegas en la que un maestro tenía una determinada cantidad de discípulos que se inclinaban por su corriente de pensamiento, y permanecían cerca de su maestro con tal de oírlo y aprender. 

 

El pueblo judío no fue ajeno a esta tendencia de la época. ¡Sí! En otros tiempos también habían tendencias; no se definían tan rápido cómo ahora. Pero había tendencias. En Israel habían escuelas rabínicas; los rabinos, en base a la lectura de la Ley de Moisés, originaban un pensamiento al cual se adherían ciertas personas. Estas podían quedarse junto al maestro para aprender y perpetuar sus enseñanzas cuando este no estuviese, o escucharlo cuando estaba por el pueblo o ciudad.

Así, Dios también buscó seguidores. Como él se abajó para aprender las costumbres del hombre, así captó este estilo típico de la época. Jesús fue en su momento discípulo, hasta que pasó a ser maestro y buscar sus seguidores. 

Lo de él fue un poco bastante revolucionario como es Él. No sólo hubo gente que se acercó a escucharlo y aprender sus enseñanzas, sino que a un determinado grupo los eligió él mismo. Incluso habían mujeres y niños, lo cual era toda una novedad, porque sólo los varones tenían permitido ser discípulo de un maestro. Así Jesús ha tenido momentos de éxito y momentos de pocos seguidores. Hoy leemos de estos primeros cuatro: Simón, a quien llamará Pedro, su hermano Andrés y los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan. Pescadores invitados a seguirlo y a ser más de lo que hasta ese momento habían sido: pescadores de hombres

¿Y qué enseñaba? Enseñaba básicamente que Papá Dios es amor y que él desea que nosotros volvamos a sus brazos. Que no tengamos miedo al castigo, porque hay misericordia, y que ese mismo amor lo practiquemos con los demás, especialmente los más desfavorecidos de la sociedad. En eso estaba metido también la crítica a los poderes religioso-político que con tantas leyes y mandatos ahogaban al pueblo, siendo que lo principal es el Amor, y que a partir de ahí la sociedad puede ser mejor, más justa y sin mal alguno. Y esto del Reino del Amor lo demostraba con sus buenas acciones, sin hacer acepción de personas.

Así le fue al pobre; a algunos les encantaba y les llegaba en lo profundo del corazón, y para otros era una patada en el vientre, quienes terminaron matándolo por atentar contra su estructura de explotación e injusticia que era tan beneficiosa para ellos. Misterio de Dios que no pudieron comprender.

Jesús vino a eso, a enseñarnos sobre el Amor a los demás y a Dios, y que Papá Dios nos ama inmensamente y quiere lo mejor para nosotros. Misterio que en Jesús se revela haciéndose palabra y obra. Misterio que se revela de lleno, pero que continúa siendo misterio para muchos. Él te llama a seguirlo, a que le des Like. Un Like que no es para sumar un número a su cuenta; no sos sólo un número para él. ¡SOS EL ÚNICO PARA ÉL, Y TE QUIERE LLAMAR A VOS! ¡TE LLAMA A SER Y A SER MÁS DE LO QUE AHORA SOS! Seguirlo tiene un motivo, ¡ÉL MISMO! 

Recordás cuando Forest Gump corría por la carretera siendo seguido por un grupo de sus seguidores. Forest lo hacía por él mismo, porque una vez sintió la necesidad de hacer eso; y cuando se cansó, muchos se quedaron boquiabiertos por su desinterés en sus fans. Tanta gente lo siguió por su hazaña que comenzó y se consumió con y por él. 

Jesús nunca te haría eso porque te ama, y sos importante para él. Y lo que hizo, lo hizo por vos, y quiere que ames a los demás sin mirar tu ombligo solamente o por los seguidores.

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