¡Schadenfreude! Cuando nos alegra la desgracia ajena

Hace un par de décadas nos enterábamos de noticias lamentables muy esporádicamente, por el relato de un amigo o familiar o por los medios de comunicación. Con la extraordinaria penetración del Internet, hoy la web y en especial las redes sociales están llenas de sucesos negativos de todas las magnitudes, desde la madre que pide por su bebé gravemente enfermo hasta los ataques terroristas y bélicos. Leemos cartas suicidas y vemos videos de injusticias sin nombre ¿Qué sentimos realmente cuando los problemas del prójimo nos son expuestos?

En Facebook, por ejemplo, las reacciones se reducen a caritas tristes, y el que más, escribe un comentario de condolencia o un "amén" .Sin embargo, admitámoslo, aunque sea cínico y hasta cruel, pasado menos de un minuto, seguimos scrolleando y ya estamos enganchados en una nota de las Kardashians o de una serie de Netflix. ¿Por qué? 

Presiento que por una dosis de miedo, y otra de egoísmo, ambas camufladas de supuesta compasión. Lo dicho se resume en una sola palabra: schadenfreude, que en alemán significa algo así, como "que bueno que no me pase a mí". Alguna vez, alguien me dijo: "esas tragedias acontecen, para dar contraste a lo que vivimos y para que cultivemos la gratitud". Una postura algo soberbia, ¿cómo puedo dar gracias que mi hijo de tres años esté sano y feliz cuando otro de la misma edad está luchando bajo los escombros de un terremoto?.

Es entonces cuando aclamo por la palabra que posiblemente sea el antónimo de schadenfreude, y esa sí, está en español: empatía. La empatía consiste en intentar, no, no es imposible, ponerse por un momento en las circunstancias del desafortunado, uno pudo o podrá ser aquel de quien ahora nos da lástima, uno pudo ser el otro. ¿Qué sentiríamos en esos momentos? ¿Qué esperaríamos de los demás?

Si extrapolamos esto a un ejemplo más allá del mundo virtual a lo mejor podemos entenderlo: regalar una moneda a una persona sin hogar, apacigua nuestra conciencia pero sentarse a comer y conversar con ella, pueda que le salve la vida.

Publicado en Inicio » Bar y Vida »